Actividad Científica del Dr. Bernardo Ebrí

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Salmos 91:4 y 46:1. El amor de Dios

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"Pues te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás refugio. ¡Su verdad será nuestro escudo y tu baluarte". "Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia"

Saturday, January 24, 2009

La Otra Cara de la Medicina:El hombre ante el dolor y la muerte. Hay algo después de la vida


La Otra Cara de la Medicina:
El hombre ante el dolor y la muerte. Hay algo después de la vida




ÍNDICE Pág.

PRÓLOGO............................................................................................................................ 7
INTRODUCCIÓN................................................................................................................. 9
CAPÍTULO I Conceptos de salud y de enfermedad. Causas del enfermar.
Evolución histórica......................................................................................................... 13
CAPÍTULO II Significado y enseñanza de la enfermedad para el hombre de hoy................... 21
CAPÍTULO III Origen del Síntoma. El lenguaje psicosomático............................................. 29
CAPÍTULO IV El lenguaje psicosomático (continuación)..................................................... 41
CAPÍTULO V Aspectos generales de la depresión................................................................ 49
CAPÍTULO VI Cómo superar la enfermedad y evolucionar la conciencia.
Aceptar el síntoma. La fe sana....................................................................................... 57
CAPÍTULO VII Análisis general del fenómeno de la muerte. Su historia.
El morir nos interroga.................................................................................................... 65
CAPÍTULO VIII Aceptar la propia muerte. Cristo da sentido al sufrimiento y a
la muerte........................................................................................................................ 73
CAPÍTULO IX La atención al enfermo grave o moribundo y su familia.
Su derecho a una información. ¿Decirle la verdad? Reacción del paciente.
La pastoral de la salud.................................................................................................... 81
CAPÍTULO X Mantener el secreto profesional. Derecho del paciente a morir
con dignidad. ¿Añadir vida a los días del enfermo o prolongar el proceso
de muerte? La eutanasia. El testamento vital.................................................................. 93
CAPÍTULO XI Diagnóstico de la muerte. Los transplantes de órganos.
Causas del morir............................................................................................................ 103
CAPÍTULO XII El suicidio. La familia en duelo. Acompañar su dolor y ayudar
a superarlo..................................................................................................................... 113
CAPÍTULO XIII Experiencias en el umbral de la muerte y de supervivencia
tras ella........................................................................................................................... 123
CAPÍTULO XIV Dinámica tras la muerte.............................................................................. 135
CAPÍTULO XV Otras experiencias afines.............................................................................. 147
CAPÍTULO XVI Experiencias místicas.................................................................................. 163
CAPÍTULO XVII Valoración científica de estas experiencias................................................ 179
CAPÍTULO XVIII Valoración religiosa de estas experiencias.
La escatología cristiana................................................................................................... 195
CAPÍTULO XIX Concepción cristiana de la salvación. Evolución de la conciencia................ 211
CAPÍTULO XX Fenomenología de la experiencia mística..................................................... 217
CAPÍTULO XXI Místicas cristiana y oriental. Analogías y diferencias.............................. 223
CAPÍTULO XXII Características de la religiosidad de la "New Age".
¿Una religiosidad sin Dios?....................................................................................... 233
BIBLIOGRAFÍA.............................................................................................................. 241

PRÓLOGO
El lector de esta obra encontrará en ella una síntesis de conceptos de las llamadas dos medicinas: oficial y alternativa. No son dos medicinas, sino una única con aspectos complementarios.
No sólo el autor cita a lo largo de los tres volúmenes de esta obra diferentes terapias complementarias, sino que las reordena y agrupa según el esquema constitucional e integral del ser humano.
A lo largo de esta obra son expresados aspectos básicos del conocimiento existencial del hombre, aun teniendo en cuenta la dificultad que plantean cuestiones de este tipo.
El autor va siguiendo un hilo conductor que, partiendo de la constitución y esencia del ser humano, continúa en las diferentes etapas de su crecimiento interior, tanto en la salud como en la enfermedad, analizando el fenómeno de la muerte humana y la esperanza en la resurrección.
Se analiza la crisis humana y la hipertrofia técnica de la medicina actual. Se destaca el valor de la vida humana frente al aborto y la eutanasia.
La búsqueda de un sentido a esta vida y la esperanza en un más allá son abordados, así como el significado y valor de las crisis para la superación y maduración del hombre. El hallazgo de una razón existencial o motivación en el ser humano son contempladas bajo la perspectiva de la Logoterapia de Víctor Frankl.
Se destaca especialmente, para los alumnos de medicina, la importancia del diagnóstico y la relación médico enfermo. Se destacan asímismo el interés de la docencia y la investigación en medicina.
El Dr. Ebrí ha abordado y asumido la confección de este libro desde su óptica existencial de buscador nato y estudioso de la medicina oficial y la alternativa.
Hombre profundamente religioso y humanista, integrante activo de movimientos eclesiales -fue presidente del Movimiento de Cursillos de Cristiandad de Zaragoza-, va desgranando a lo largo de esta obra citas evangélicas acordes con el contenido científico que expone.
Fue felicitado fuera de nuestras fronteras por el cardenal arzobispo de Nueva York, O’Connor, por su campaña en nuestro país a favor de la vida del ser no nacido.
El autor es de fácil palabra como lo acreditan sus numerosas conferencias de temas humanísticos y científicos. En esta obra expresa su concepción global de la medicina, con un abordaje integral del hombre, plasmando su particular experiencia.
El Dr. Ebrí ofrece al lector una síntesis esperanzada y transcendente de la existencia humana.


Francisco Martínez García
Vicario General de Zaragoza.


INTRODUCCIÓN

En este segundo volumen de La Otra Cara de la Medicina abordamos el estudio del hombre ante la enfermedad, que marca profundamente la existencia del ser humano modificando no sólo su fisis sino su carácter, abriendo profundas brechas en su interioridad y haciéndole plantearse cuestiones existenciales que, de no haberse sentido apremiado por la crisis que motiva la enfermedad, nunca se hubiera planteado.
La salud debe entenderse como un estado de equilibrio entre todas las vertientes del individuo: física, psiquica (mental-emocional), espiritual y social. Un estado de salud que sólo comprendiese la vertiente física sería una salud puramente animal; aparte de que esto es imposible en el hombre, dado su componente racional, constituiría, si así fuera, una enfermedad.
La humanidad, a lo largo de la historia, ha buscado mantener ese difícil equilibrio entre todas estas vertientes del ser humano. De esta forma siempre ha tratado de dar respuestas activas al proceso de enfermar, con aspectos diferentes según las épocas. La historia de la medicina refleja muy gráficamente la evolución de los conceptos de salud y enfermedad, tanto por parte del enfermo como por parte del profesional.
El hombre puede, si sabe seguir los caminos que se abren en este proceso de enfermar, evolucionar y madurar tanto humana como espiritualmente. La enfermedad nos enseña, nos enseñan los enfermos, pero para aprovechar estas enseñanzas el ser humano tiene que saber descifrar el significado de los síntomas y aprender su lenguaje, que se expresa de forma psicosomática; es decir, los síntomas reflejan una profunda correlación entre el soma o cuerpo físico y nuestro psiquismo; se influyen recíprocamente, e intentan equilibrar la homeostasis de la persona hacia la salud. El organismo siempre la busca; el síntoma "avisa" de que las cosas no van bien. Una enfermedad se reflejará en síntomas tanto psiquicos como somáticos. Cuando decimo, por ejemplo, “se puso rojo de ira” o “pálido de un susto", queremos reflejar esta íntima correlación.
Según sea el carácter de organicidad o funcionalidad de una afección, predominarán más los síntomas y signos somáticos; asímismo, una depresión se reflejará no únicamente con síntomas psicógenos sino también con corporales.
La enfermedad es una pérdida de la armonía del individuo; cuando tomamos conciencia plena de estos síntomas, éstos tienden a desaparecer, sobre todo si son funcionales, puesto que la persona puede asumir su lenguaje y reorientar sus hábitos de vida, pudiendo conseguir entonces un equilibrio psicofísico, e incluso espiritual. Independientemente de las causas metafísicas del sufrimiento humano (cómo entró en la historia y el porqué de su existencia), el hecho es que está ahí y atormenta al hombre, en su psiqué y en su soma.
El cristiano, desde su nivel espiritual, desde su fe a la luz de la cruz de Cristo, puede conseguir armonizarlo e integrarlo con paz y serenidad, si no trata de resistirlo —actitud que engendra más sufrimiento y desesperación—, sino de aceptarlo. Resistirlo es dar coces contra el aguijón (Act 26,14).
El dolor (sufrimiento) ayuda a madurar humana y espiritualmente, entonces deja de ser un fin sin sentido y se convierte en un medio.
La propia sociedad lo engendra, el hombre no sólo tiene que asumir las propias enfermedades biológicas, sino también defenderse del estrés que a modo de traumatismo sin piedad descarga contra nosotros. El fenómeno del paro, la deshumanización reinante en nuestra sociedad descristianizada, favorecida por los medios audiovisuales, producen agresividad, violencia, y son fuente de desestabilización social y del propio individuo.
La hipocondría y depresión son muy frecuentes hoy día en nuestro medio, pueden ser reflejo de la crisis de valores espirituales de una sociedad donde el consumismo y los intereses creados ocupan un primer plano. Al primer fracaso o frustración, el individuo se desmotiva y puede enfermar.
La atención del enfermo grave y moribundo requiere un esfuerzo por parte de todos los profesionales de la medicina, incluido el servicio religioso del hospital. Un equipo multidisciplinar debe ayudar a los enfermos a asumir su enfermedad hasta que realicen el tránsito. Para un paciente cristiano, Cristo da sentido al sufrimiento y a la propia muerte.
Hay que volver a una adecuada relación médico-paciente-familia, una relación saludable y cordial, no traumática, donde el profesional actúe sin miedos ni actitudes defensivas ante denuncias por una posible mala praxis.
Una praxis del médico planteada como defensa, aparte de que encarece mucho los costes de la medicina, olvida que el paciente es un ser doliente y lo convierte en una amenaza contra su integridad. A su vez, la sociedad debe darse cuenta de la dificultad del ejercicio de esta profesión, y de que, salvo contadas excepciones, la actitud general del médico es siempre leal y quiere lo mejor para el enfermo.
Las familias no deben desplazar su agresividad e impotencia contra el médico. Deben verle como un guía, como un terapeuta cualificado que pretende poner orden en el caos de la enfermedad, lo que no siempre logra, aunque casi siempre consigue aliviar.
El trato del médico con el paciente tiene que ser exquisito, ayudándole a llevar serenamente la enfermedad. Pocas situaciones difíciles se presentan al profesional como cuando el enfermo reclama su derecho a saber la verdad de su diagnostico. El médico no debe mentir a su paciente si éste se la requiere. Tiene que decirle la verdad sin brusquedades, de manera que pueda ir asimilándola progresivamente, sin suprimir nunca la esperanza del enfermo.
Cuando el paciente no plantea esta cuestión, el médico debe crear espacios donde el diálogo sea posible. Si el enfermo no quiere saber nada de su estado, esta actitud debe ser respetada.
El paciente, tras una primera fase de negación y de ira, pasa luego por una etapa de pacto, para luego caer en una depresión y finalmente aceptar su situación.
Muchos enfermos mueren sin saber su estado, engañados por sus propios familiares, que incluso prohiben al médico decirle la verdad. Estas situaciones son muy tensas y difíciles, ya que aparte de que esta actitud dificulta una sana relación, tanto con el médico como con sus propios familiares, priva también al paciente de vivir su última etapa en un clima de libertad, indispensable para su maduración y evolución humana y espiritual.
El secreto profesional ha de guardarse celosamente por parte de los profesionales. Actualmente y dada la informatización creciente de la medicina, es cada vez más fácil el acceso a las historias clínicas.
El fenómeno de la muerte humana ha planteado en todas las épocas profundos interrogantes acerca de nuestro destino final: si existe vida después de ésta, cielo, infierno o la nada. Ya en el primer volumen de la Otra Cara de la Medicina abordamos estos interrogantes. En este segundo volumen ampliamos algunos de estos conceptos, aportando testimonios personales.
Se analizan también otras cuestiones que giran alrededor de la muerte, como es su propio diagnóstico, los transplantes de órganos, así como las causas más frecuentes que la originan, incluido el suicidio.
Se destaca la importancia que para la madurez del individuo tiene asumir en vida la certeza de la propia muerte, tomando conciencia de nuestra propia angustia ante ella para desdramatizarla y saber aceptarla cuando llegue. Se dice: se muere como se ha vivido. La muerte es el culmen, la estación final de esta vida que da acceso a otra realidad. ¿ Lo creemos realmente?
Se destaca asímismo la importancia de la pastoral de la salud.
Se abordan también los problemas que plantea la asistencia al enfermo grave. ¿Añadir vida a sus días o prolongar el proceso de muerte? Se analiza el proceso de la buena muerte, valorando la llamada eutanasia directa e indirecta.
La labor de los profesionales de la medicina no acaba con la muerte del paciente, sino que es su deber también acompañar a la familia en duelo.
¿Qué pasa después de la muerte? ¿Hay algo, nos espera alguien?
Se abordan estas cuestiones analizando, desde un punto de vista científico y religioso, las experiencias acaecidas en su umbral (ECM), las extracorporeas (EEC), y otras afines. Se aportan testimonios de personas con este tipo de experiencias.
¿Qué dice la doctrina cristiana sobre el misterio de la muerte, y de lo que hay más allá? ¿Qué es la salvación? Son preguntas que se intentan contestar desde la fe, y que constituyen la llamada escatología cristiana.
En la evolución de la conciencia se exponen, de una forma general, los diferentes niveles por los que el hombre ha pasado hasta llegar al nivel de conciencia mística que actualmente está despuntando.
Intentamos abordar la fenomenología de la experiencias místicas, aportando las claves necesarias para diferenciar las auténticas de las llamadas místicas "light", o místicas de consumo o pseudomísticas, así como de otros fenómenos que entran dentro del terreno de la psicopatología.
En los siguientes capítulos analizamos las características generales filosóficas culturales del Budismo zen, base de la meditación del zazen.
Se estudian las analogías y diferencias con la mística cristiana.
En un último capítulo se exponen las características generales del llamado movimiento de la "New Age", movimiento filosófico, científico cultural, base de una nueva religiosidad que intenta dar respuesta a la crisis humanística actual y que incluso se ofrece como una alternativa a las grandes religiones oficiales.
En un tercer volumen, “La Otra Cara de la Medicina: Humanizar un Mundo en crisis. Hacia una medicina más personal (en preparación), expondremos los siguientes temas:
• La deshumanización actual es una crisis de valores espirituales:
El mundo es una aldea global que se encuentra en un proceso de mundialización, globalización y globalismo. Existe una crisis humanística que se expresa en diferentes niveles: religioso-espiritual, ético-moral, ecológico, familiar-juvenil, demográfico, de injusticia social, discriminación de la mujer, educacional y que alcanza a la propia medicina.
El comienzo de la vida humana. La anticoncepción. El aborto y la eutanasia son reflejo de una crisis ético-moral. Valoración médico, ética y social. El diagnóstico prenatal. Aspectos médicos y éticos de las técnicas de manipulación genética. El proyecto Genoma humano.
La increencia e indiferencia religiosa del hombre actual. Una nueva religiosidad surge como fenómeno de una mutación religiosa. La desimplantación eclesial en la Sociedad y la Cultura. El futuro del cristianismo y el reto de las otras religiones.
Valoración médico-social de esta encrucijada: desde Hipócrates a la crisis de la medicina actual. Las superespecialidades médicas. La desmotivación profesional del médico. El conflicto de éste con su entorno. La documentación clínica.
• Hacia un intento de superación de toda esta coyuntura:
Es necesario un cambio educacional que desde la experiencia cristiana posibilite una nueva conciencia ecológica, liberadora y rehabilitadora del ser humano. Hacia un nuevo modelo eclesial. La mujer también muestra el Rostro de Dios. Reorientar la Pastoral de los jóvenes. La paternidad responsable como alternativa a la corriente hedonista actual. Hay necesidad de un diálogo interconfesional y de un discernimiento Bíblico-cristiano. El Movimiento Ecuménico debe mostrarse como una nueva manera de concebir a Dios y nuestra relación con Él. Más allá del diálogo. Religiosidad vivida e interpretada. ¿Fin de las Misiones o la Otra Misión? El Panenteísmo y la Visión Cosmoteándrica. El Espíritu es universal: Cristo, una opción para todos.
Desarrollar una medicina más personal. Mejorar la relación médico-enfermo. La Medicina de la Totalidad o Medicina Integral. El médico como sanador. Fomentar las actitudes docentes e investigadoras del médico y su apertura hacia las Medicinas Complementarias. La historia clínica. Las fases del diagnóstico y tratamiento en medicina. La carrera profesional del médico.




Comarruga 20 de Agosto de 2000
Festividad de San Bernardo de Claraval

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