Actividad Científica del Dr. Bernardo Ebrí

Los interesados en poder descargar publicaciones médicas científicas del Dr. Bernardo Ebrí Torné, pueden hacer "clic" en

https://www.researchgate.net/profile/Bernardo_Ebri/stats

Para descargar el programa informático para el cálculo de la Edad ósea en niños, guía explicativa como usarlo, sobre la radiografía de mano izquierda, y luego poder predecir la talla adulta del niño (niños de 0,5 años a 20); específicos programas para niños de 0 a 4 años a través de la radiografía de mano y de pie) (En español y lengua inglesa),publicaciones a este respecto, libro sobre Maduración Esquelética etc.,.., introducirse en la siguiente web: www.comz.org/maduracion-osea
Se abrirá el portal al hacer "clic" y allí, se encuentra toda la información, con posibilidad de descarga.
El método esta siendo utilizado por pediatras, radiólogos, de España, Italia, México, Venezuela...
Comentarios en https://sites.google.com/site/doctorbernardoebri/prueba


Salmos 91:4 y 46:1. El amor de Dios

Salmos 91:4 y  46:1. El amor de Dios
"Pues te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás refugio. ¡Su verdad será nuestro escudo y tu baluarte". "Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia"

Wednesday, March 4, 2015

Jesús prefiere un pecador a uno que finge la santidad


Homilía del papa Francisco en santa Marta 3 marzo 2015

 
 
Si aprendemos a hacer el bien, Dios perdona generosamente todo pecado. Lo que no perdona es la hipocresía, la santidad fingida. Lo ha explicado esta mañana el santo padre Francisco en la homilía de la misa celebrada en Santa Marta.

Los falsos santos, que también delante del cielo se preocupan de parecer más que de ser, y los pecadores santificados, que más allá del mal hecho han aprendido a hacer un bien más grande. El Papa ha asegurado que no duda sobre a quién prefiere Dios de estas dos categorías.

De este modo, ha explicado que las palabras de la lectura de Isaías, son un imperativo y paralelamente una “invitación” que viene directamente de Dios: “Parad de hacer el mal, aprended a hacer el bien” defendiendo huérfanos y viudas, es decir, “aquellos de los que nadie se acuerda”, entre los que están también --recuerda el Papa-- “los ancianos abandonados, “los niños que no van a la escuela” y los que “no saben hacerse el signo de la Cruz”. De este modo, el Pontífice ha observado que detrás del imperativo y la invitación está como siempre la invitación a la conversión.

Y lo ha explicado así: “¿Pero cómo puedo convertirme? ‘¡Aprended a hacer el bien!’ La conversión. La suciedad del corazón no se quita como se quita una mancha: vamos a la tintorería y salimos limpios… Se quita con el ‘hacer’: hacer un camino distinto, otro camino que no es el del mal. ‘¡Aprended a hacer el bien!’, es decir, el camino de hacer el bien. ¿Y cómo hago el bien? ¡Es sencillo! ‘Buscad la justicia, socorred al oprimido, sed justos con el huérfano, defended la causa de la viuda’”. El Pontífice ha señalado que “recordamos que en Israel los más pobres y los más necesitados eran los huérfanos y las viudas: haced justicia con ellos, id donde están las llagas de la humanidad, donde hay mucho dolor… Y así, haciendo el bien, lavarás tu corazón”

Y la promesa de un corazón lavado, es decir, perdonado, viene del mismo Dios, que no lleva la contabilidad de los pecados frente a quien ama concretamente al prójimo, ha explicado el Pontífice.

Nuevamente, el Santo Padre ha explicado esto con un ejemplo: “Si tú haces esto, vas por ese camino, al que yo te invito --nos dice el Señor-- aunque sus pecados sean como la escarlata, se volverán blancos como la nieve”. Es una exageración, el Señor exagera: ¡pero es la verdad! El Señor nos da el don de su perdón. El Señor perdona generosamente. ‘Pero yo perdono hasta aquí, después veremos el otro...’ ¡No, no! ¡El Señor perdona todo! ¡Todo! Pero si tú quieres ser perdonado, tu debes comenzar el camino del hacer el bien. ¡Esto es un don!”

El Evangelio del día presenta sin embargo al grupo de los astutos, los que dicen las cosas justas pero hacen lo contrario, advierte el Papa. “Todos somos pícaros y siempre encontramos en el camino que no es correcto, para parecer más justos de lo que somos: es el camino de la hipocresía”.

A propósito, Francisco ha indicado que “estos fingen convertirse, pero su corazón es una mentira: ¡son mentirosos! Es una mentira… Su corazón no pertenece al Señor, pertenece al padre de todas las mentiras, a satanás. Y esto es fingir la santidad. Jesús prefiere mil veces a los pecadores que a estos. ¿Por qué? Los pecadores decían la verdad sobre sí mismos. ‘¡Aléjate de mí Señor que soy un pecador!’: lo dijo Pedro una vez. ¡Uno de estos nunca dice esto! ‘Te doy gracias Señor, porque no soy pecador, porque soy justo...’ En la segunda semana de la cuaresma tenemos estas tres palabras para pensar y meditar: la invitación a la conversión, el don que nos dará el Señor y eso es un perdón grande, un perdón grande; y la trampa, es decir, fingir convertirse, tomar el camino de  la hipocresía”.

 

Fuente: zenit.org

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