Actividad Científica del Dr. Bernardo Ebrí

Los interesados en poder descargar publicaciones médicas científicas del Dr. Bernardo Ebrí Torné, pueden hacer "clic" en

https://www.researchgate.net/profile/Bernardo_Ebri/stats

Para descargar el programa informático para el cálculo de la Edad ósea en niños, guía explicativa como usarlo, sobre la radiografía de mano izquierda, y luego poder predecir la talla adulta del niño (niños de 0,5 años a 20); específicos programas para niños de 0 a 4 años a través de la radiografía de mano y de pie) (En español y lengua inglesa),publicaciones a este respecto, libro sobre Maduración Esquelética etc.,.., introducirse en la siguiente web: www.comz.org/maduracion-osea
Se abrirá el portal al hacer "clic" y allí, se encuentra toda la información, con posibilidad de descarga.
El método esta siendo utilizado por pediatras, radiólogos, de España, Italia, México, Venezuela...
Comentarios en https://sites.google.com/site/doctorbernardoebri/prueba


Salmos 91:4 y 46:1. El amor de Dios

Salmos 91:4 y  46:1. El amor de Dios
"Pues te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás refugio. ¡Su verdad será nuestro escudo y tu baluarte". "Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia"

Tuesday, March 18, 2014

'La misericordia es el camino para la paz en el mundo'


Homilía del papa Francisco en santa Marta 17 marzo 2014

 

Perdonar para encontrar misericordia: este es el camino que lleva la paz a nuestros corazones y al mundo: es lo que, en síntesis, ha dicho el papa Francisco en la homilía de esta mañana durante la Misa celebrada en la Casa Santa Marta.

“Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso”: el Papa comenta la exhortación de Jesús, afirmando enseguida que “no es fácil entender este comportamiento de la misericordia”, porque estamos acostumbrados a juzgar: “no somos personas que dan espontáneamente un poco de espacio a la comprensión y también a la misericordia”. “Para ser misericordiosos -observa- son necesarias dos actitudes. La primera es el conocimiento de sí mismos”: saber que “hemos hecho muchas cosas malas: ¡somos pecadores!” Y frente al arrepentimiento, “la justicia de Dios… se transforma en misericordia y perdón”. Pero es necesario avergonzarse de los pecados:

“Es verdad, ninguno de nosotros ha matado a nadie, pero hay muchas cosas pequeñas, muchos pecados cotidianos, de todos los días… Y cuando uno piensa: ‘¡Pero qué corazón tan pequeño: ¡He hecho esto contra el Señor!’. ¡Y se avergüenza! Avergonzarse ante Dios y esta vergüenza es una gracia: es la gracia de ser pecadores. ‘Soy pecador y me avergüenzo ante Ti y te pido perdón’. Es sencillo, pero es tan difícil decir: ‘He pecado’”.

A menudo -señala el Santo Padre- justificamos nuestro pecado descargando la culpa sobre los demás, como hicieron Adán y Eva. “Quizás -ha proseguido- el otro me ha ayudado, ha facilitado el camino para hacerlo, ¡pero lo he hecho yo! Si nosotros hacemos esto, se darán muchas cosas buenas ¡porque seremos humildes!” Y “con esta actitud de arrepentimiento somos más capaces de ser misericordiosos, porque sentimos sobre nosotros la misericordia de Dios”, como decimos en el Padrenuestro: “Perdona, como nosotros perdonamos”. Así, “si no perdono, estoy un poco ¡fuera de juego!”.

La otra actitud para ser misericordiosos -ha afirmado el Pontífice- “es agrandar el corazón”, porque “un corazón pequeño” es “egoísta e incapaz de misericordia”:

“¡Agrandar el corazón! ‘Pero soy un pecador’. ‘Pero mira lo que ha hecho este, aquel… ¡Yo he hecho muchas! ¿Quién soy yo para juzgarlo?’ Esta frase: ‘¿Quién soy yo para jugar esto? ¿Quién soy yo para hablar de esto? ¿Quién soy yo, que he hecho las mismas cosas o peores?’ ¡Agrandar el corazón! Y el Señor lo dice: ‘¡No juzguéis y no seréis juzgados! ¡No condenéis y no seréis condenados! ¡Perdonad y seréis perdonados! ¡Dad y se os dará!’. ¡Esta generosidad del corazón! ¿Y qué se os dará? Una medida buena, apretada, llena y rebosante se os verterá en el regazo. Es la imagen de las personas que iban a recibir el grano con el delantal y alargaban el delantal para recibir más, más grano. Si tienes el corazón ancho, grande, tú puedes recibir más”.

El corazón grande -ha dicho el papa Francisco- “no condena, sino que perdona, olvida” porque “Dios ha olvidado mis pecados; Dios ha perdonado mis pecados. Agrandar el corazón ¡Esto es bello! -exclama el Santo Padre- Sed misericordiosos”.

“El hombre y la mujer misericordiosos tienen un corazón grande, grande: siempre excusan a los demás y piensan en sus propios pecados. ‘¿Pero has visto lo que ha hecho este?’.’¡Pero tengo bastante con lo que he hecho yo y no me inmiscuyo!’ Este es el camino de la misericordia que debemos pedir. Pero si todos nosotros, si todos los pueblos, las personas, las familias, los barrios, tuviésemos esta actitud ¡cuánta paz habría en el mundo, cuánta paz en nuestros corazones! Porque la misericordia nos lleva a la paz. Recordad siempre: ‘¿Quién soy yo para juzgar?’ Avergonzarse y agrandar el corazón. ¡Qué el Señor nos dé esta gracia!”.

Fuente: zenit.org

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