Pero poesía eres tú, chiquitín del alma
mía
Gominolo, ojos grandes, inocencia llena
Sonrisa pícara, juguetona, de candor
plena
Manitas suaves, moviditas, rápidas
En coger las cosas, en tocarlo todo,
gusanillo saltarín
Bailas dando vueltas sobre tu cuerpecito
Lombricilla saltimbanqui, milagrito
permanente
Del Padre Pío, aquí presente
Dios te guarde, Dios nos guarde
Chiquitín del alma mía
Y aunque los años transcurran
Siempre serás para mí, tu yayo
Mi nietecito, mi Diego querido
Publicado en la Revista Online “Palabras
indiscretas” nº 11, pág 10.Febrero 2014.
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