Elsevier.
Consumir pan
a diario, sobre todo si es integral, puede tener un efecto protector en la
salud cardiovascular, gracias a que los consumidores habituales de pan
presentan menores niveles del llamado colesterol 'malo' (LDL) y mayores del
'colesterol bueno' (HDL).
Así se
desprende del estudio 'Evaluación del impacto del consumo de pan, tanto
integral como blanco, en una población de edad avanzada con alto riesgo
cardiovascular: una aproximación metabolómica', presentado este miércoles en
Sevilla y realizado por investigadores del programa 'Ingenio-Consolider de
Alimentos Funcionales' del departamento de Nutrición y Bromatología de la
Facultad de Farmacia de Barcelona. En concreto, este trabajo pone de manifiesto
que las personas que consumen pan a diario presentan unos parámetros clínicos
más saludables desde el punto de vista cardiovascular, en comparación a las que
no consumen pan o no lo hacen de forma regular.
Para
realizar dicha investigación se seleccionaron 275 voluntarios participantes en
el estudio PREDIMED, que desde 2003 lleva analizando la importancia de esta
dieta en una población de edad avanzada con alto riesgo cardiovascular, de los
que 93 eran hombres y 182 mujeres.
Esta
población diana se dividió en cinco grupos, en función a sus hábitos de consumo
de pan: no consumidores, consumidores esporádicos de pan blanco, consumidores
esporádicos de pan integral, consumidores habituales de pan blanco y
consumidores habituales de pan integral.
Según los
datos extraídos del estudio, "podemos concluir que el consumo diario de
pan, sobre todo si es integral, y siempre en el marco de un patrón de
alimentación equilibrada y variada, se asocia con un perfil lipídico más
saludable y menores concentraciones de insulina en sangre", señala el
doctor Rafael Llorach, director de la investigación.
El estudio
metabolómico ha permitido, además, "identificar los potenciales factores
metabólicos que están detrás de los efectos positivos del consumo habitual de
pan en el perfil lipídico y, por tanto, que pueden ser determinantes de una
mejor salud cardiovascular", ha agregado.
Tras
analizar los datos extraídos en la investigación, los autores del estudio
observaron que las personas que consumen pan a diario muestran un perfil
lipídico más saludable que los no consumidores o los consumidores esporádicos.
Los datos
reflejaron una menor concentración plasmática de c-LDL, conocido popularmente
como 'colesterol malo', y más c-HDL o 'colesterol bueno', entre los
consumidores diarios de pan, tanto blanco como integral, en comparación con los
otros grupos. Los consumidores habituales también presentaron unos valores
significativamente inferiores en los cocientes de colesterol total/c-HDL y
c-LDL/c-HDL.
Los
consumidores habituales de pan integral presentaron también una concentración
de insulina en sangre significativamente menor que los individuos no
consumidores de pan, sin que ello se asociara a unos mayores niveles de glucosa
en sangre, lo que indica un buen funcionamiento de esta hormona. "Esta
observación resulta de gran importancia, ya que cuando el cuerpo no responde
correctamente a la acción de la insulina la glucosa no puede entrar en las
células y se acumula en la sangre", ha agregado el doctor Llorach, quien
ha aclarado que ello es lo que se denomina comúnmente como 'resistencia a la
insulina', un proceso patológico que deriva en el desarrollo de la diabetes
mellitus tipo 2.
Entre los
consumidores de pan blanco estas observaciones no se aprecian con tanta
rotundidad, aunque sí se ve una tendencia hacia niveles inferiores en la
concentración de insulina y en los índices que miden la resistencia a esta
hormona en comparación a los no consumidores.
Estos
resultados están en concordancia con otras investigaciones que demuestran que
el consumo de fibra, especialmente aquella que procede de la ingesta de
cereales integrales, puede desempeñar un efecto protector frente al desarrollo
de resistencia a la insulina y también se asocia a un mayor riesgo de
enfermedad cardiovascular.
Esta
asociación inversa entre consumo de pan integral y menor riesgo de desarrollar
resistencia a la insulina y diabetes mellitus también podría estar relacionada
con la ingesta de magnesio, un nutriente que se encuentra en la cáscara externa
de los cereales. Además, hay que tener en cuenta que la ingesta de cereales
integrales se asocia con el mantenimiento de un correcto estado ponderal. El
exceso de peso, y más particularmente el exceso de grasa abdominal, constituye
un importante factor de riesgo para el desarrollo de diabetes y enfermedad
cardiovascular.
Los
resultados del estudio muestran también variaciones significativas en el perfil
nutricional de los participantes en función de su consumo de pan. Los consumidores
habituales de pan presentan un consumo energético y de hidratos de carbono más
elevados que el de los no consumidores, sin que ello conlleve un mayor peso
corporal (no se encontraron diferencias significativas en el índice de masa
corporal de los individuos de los diferentes grupos). Además, los consumidores
habituales de pan integral mostraron ingestas de fibra significativamente
mayores que las de los otros grupos.
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