Actividad Científica del Dr. Bernardo Ebrí

Los interesados en poder descargar publicaciones médicas científicas del Dr. Bernardo Ebrí Torné, pueden hacer "clic" en

https://www.researchgate.net/profile/Bernardo_Ebri/stats

Para descargar el programa informático para el cálculo de la Edad ósea en niños, guía explicativa como usarlo, sobre la radiografía de mano izquierda, y luego poder predecir la talla adulta del niño (niños de 0,5 años a 20); específicos programas para niños de 0 a 4 años a través de la radiografía de mano y de pie) (En español y lengua inglesa),publicaciones a este respecto, libro sobre Maduración Esquelética etc.,.., introducirse en la siguiente web: www.comz.org/maduracion-osea
Se abrirá el portal al hacer "clic" y allí, se encuentra toda la información, con posibilidad de descarga.
El método esta siendo utilizado por pediatras, radiólogos, de España, Italia, México, Venezuela...
Comentarios en https://sites.google.com/site/doctorbernardoebri/prueba


Salmos 91:4 y 46:1. El amor de Dios

Salmos 91:4 y  46:1. El amor de Dios
"Pues te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás refugio. ¡Su verdad será nuestro escudo y tu baluarte". "Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia"

Tuesday, March 1, 2011

Infanticidio en Pakistán


Alba Digital
La sharia castiga con penas de muerte el adulterio, por eso, los hijos ilegítimos nacidos en países como Pakistán son abandonados en vertederos o asesinados por sus propios padres.
No lo mates. Deja que siga vivo en esta cuna. Que ningún turista se extrañe si encuentra, en pleno Pakistán, una jhoola (cuna) con este mensaje escrito en inglés y en urdú. Hay más de cuatrocientas por todo el país, instaladas por la Fundación Edhi para luchar contra el abandono en vertederos o peor, el asesinato de niños recién nacidos, una práctica extendida en los estratos más pobres de la sociedad pakistaní.
Gracias a esta medida y a la búsqueda de bebés abandonados, los voluntarios de la Fundación lograron salvar, solo en 2010, a 250 niños. Una cifra pequeña al lado de los 1.200 cadáveres de menos de seis días que enterraron en el último cementerio adquirido por la organización, tras quedar lleno el anterior. “Luchamos contra el abandono de niños, por eso pusimos en marcha las cunas, pero es difícil concienciar a una sociedad mediatizada por cuestiones económicas y culturales”, explica a ALBA el gerente de la Fundación, Anwar Kazmi.
Ni él ni otro de los miembros de Edhi, el conductor de ambulancia Mohammad Saleem, son capaces de olvidar algunas de las situaciones a las que han tenido que enfrentarse: Kazmi contó a la agencia France Press cómo encontró el cuerpo de un niño de seis días que había sido estrangulado. También recogió, en las escaleras de entrada a una mezquita, el cuerpo de un bebé recién nacido que había sido apedreado hasta la muerte por orden de un imán extremista que consideró impuro al niño, nacido de una relación adúltera.
Saleem recordaba con dolor los cientos de cadáveres que, a lo largo de 25 años, ha rescatado de los basureros de la ciudad -“son imposibles de olvidar, sobre todo esas dos niñas que habían sido devoradas por los perros; sus cuerpos estaban totalmente mutilados”-.
Todos esos cuerpos son lavados con extrema delicadeza por los voluntarios de la organización, amortajados y enterrados en pequeñas tumbas en cementerios de Karachi, una ciudad rodeada de slums -barrios marginales-, foco principal de los abandonos.
Un millón de rupias
En Pakistán, el sexto país más poblado del mundo (170 millones de personas según el censo de 2009) y con un índice de pobreza superior al 30%, rige la ley islámica o sharia, que condena las relaciones extramatrimoniales y el adulterio, en ocasiones, incluso, con la pena capital.
Por eso, los hijos nacidos fuera del matrimonio pueden convertirse en una sentencia de muerte para sus padres y, ante esta situación, son muchas las mujeres que abandonan a sus hijos en los vertederos o, lo que es lo mismo, los matan al dejarlos a su suerte sin ninguna posibilidad de supervivencia.
“Si los niños nacen antes o fuera del matrimonio, son ilegítimos; por eso los abandonan”, resume Anwar Kazmi.
El misionero Miguel Ángel Ruiz, responsable de uno de los mayores orfanatos de la región, añade que en el país de Alí Zardari se ha extendido de forma progresiva la idea de que nada que no sea musulmán tiene validez. “Una sociedad en la que no se valora la vida humana por sí misma, independientemente de la fe, raza o color, es una sociedad injusta”.
Pero la religiosa no es la única causa que provoca el infanticidio en Pakistán. Mucho antes de las inundaciones ocurridas a mediados del año pasado, determinados sectores de la población vivían ya en la más absoluta pobreza, en asentamientos más que precarios sin sanidad, seguridad o protección social alguna.
Allí, en barrios como los que la película Slumdog Millionaire sacó a la luz, la llegada de un hijo no deseado es un auténtico drama para la familia. Máxime si el nuevo miembro tiene la mala suerte de ser niña.
La Fundación Edhi explica que nueve de cada diez cadáveres de niños abandonados son niñas. Niñas que, según la tradición del país, pasarán de depender económicamente de su padre a hacerlo de su marido. No se contempla la posibilidad de que ellas trabajen y, además, casar a una hija supone entregar una suma de dinero cercana al millón de rupias (alrededor de 10.000 euros) como dote, lo que hace que tener más de una hija suponga, prácticamente, la ruina económica para la familia.
Hay más: en determinados estratos culturales los niños discapacitados son vistos como un castigo divino y corren la misma suerte que los nacidos fuera del matrimonio: la muerte o el vertedero.
Tierra de pureza
La Fundación Edhi, que lucha contra esta realidad desde 1952, advierte de que la situación empeora: si en 2008 los voluntarios encontraron a 890 niños muertos, el número aumentó a casi 1.000 en 2009 y superó el millar en 2010. Eso en los suburbios cercanos a la ciudad de Karachi.
En las zonas rurales Edhi asegura que puede haber tasas más altas de abandono; una afirmación que rebate la ONG cristiana World Vision. Trabaja con mujeres y niños en las zonas rurales y asegura que las familias son muy solidarias y no dudan en compartir lo poco que tienen o aceptar a miembros de otras familias si es necesario.
La realidad, quizá más urbana, del abandono de niños, podría acabar con algo tan sencillo como la aplicación de la ley: el Gobierno pakistaní castiga con cadena perpetua el asesinato de un niño, con siete años de prisión el abandono y con dos a quien entierre en secreto a un bebé. Pero las autoridades parecen no tener interés en atajar este crimen. Las comisarías no registran casos de infanticidio, y mucho menos abren investigaciones sobre ellos, asegura el abogado pakistaní Abdul Rasheed.
Los niños encontrados con vida por los voluntarios de la Fundación son trasladados en helicóptero al hospital. Una vez sanos van, como el resto de los niños depositados en las cunas, a los centros de acogida de Edhi para ser adoptados por familias pakistaníes estables económicamente.
Solo cuando el crimen de los inocentes no sea un acto prohibido oficialmente pero permitido oficiosamente, Pakistán podrá, quizá, hacer honor a su nombre: tierra de pureza, en urdú.

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