Reflexión del papa Francisco en la Misa de esta mañana en la Casa de Santa Marta
Por
Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 07 de mayo de 2013
(Zenit.org) - También en medio a las
tribulaciones, el cristiano no está jamás triste sino atestigua siempre el gozo
de Cristo. Fue la reflexión del papa Francisco esta mañana, durante la Misa en
la Casa de Santa Marta en la que subrayó que el “soportar gozoso” nos
rejuvenece.
En la Misa, concelebrada con el cardenal
Angelo Comastri y el cardenal Jorge María Mejía, tomó parte otro grupo de
empleados vaticanos de la Fábrica de San Pedro.
En su homilía --según informa Radio
Vaticano- el papa subrayó el gozo de Pablo y Silas, llamados a enfrentar prisión
y persecución por testimoniar el Evangelio. Estaban llenos de gozo, dijo el
Papa, porque seguían a Jesús en el camino de su Pasión. Un camino que el Señor
recorre con paciencia: “Entrar en paciencia: ese es el camino que Jesús nos
enseña también a nosotros cristianos. Entrar en paciencia… Esto no quiere decir
estar tristes. No, no, ¡es otra cosa! Esto quiere decir soportar, portar sobre
la espalda el peso de las dificultades, el peso de las contradicciones, el peso
de las tribulaciones. Esta actitud cristiana de soportar: entrar en paciencia.
Aquello que en la Biblia se dice con una palabra griega, tan plena, la
Hypomoné, soportar en la vida el trabajo de todos los días: las
contradicciones, las tribulaciones, todo esto. Ellos --Pablo y Silas- soportan
las tribulaciones, soportan las humillaciones: Jesús las ha soportado, ha
entrado en paciencia. Este es un proceso --me permito la palabra 'un proceso'--
un proceso de maduración cristiana, a través del camino de la paciencia. Un
proceso que requiere tiempo, que no se hace de un día para otro: se realiza
durante toda la vida para llegar a la madurez cristiana. Es como el buen
vino”.
El papa dijo que tantos mártires estaban
llenos de gozo, como por ejemplo los mártires de Nagasaki que se ayudaban unos a
otros, “esperando el momento de la muerte”.
Esta actitud del soportar, agregó el papa,
es la actitud normal del cristiano, pero no es una actitud masoquista. Es en
cambio una actitud que le lleva “por el camino de Jesús”: “Cuando llegan las
dificultades, llegan también las tentaciones. Por ejemplo el lamentarse: ‘Pero
mira lo que me pasa'... un lamento. Y un cristiano que se lamenta continuamente,
deja de ser un buen cristiano: es el Señor o la Señora Lamento, ¿no? Porque
siempre se lamenta de todo, ¿no? El silencio en el soportar, el silencio en la
paciencia. Aquel silencio de Jesús: Jesús en su Pasión no dijo más de dos o tres
palabras necesarias… Pero tampoco es un silencio triste: el silencio del
soportar la Cruz no es un silencio triste. Es doloroso, muchas veces muy
doloroso, pero no es triste. El corazón está en paz. Pablo y Silas rezaban en
paz. Tenían dolores, porque se dice que luego de la cárcel el carcelero lavó las
llagas --tenían llagas- pero soportaban en paz. Este camino de soportar nos hace
profundizar la paz cristiana, nos hace fuerte en Jesús”.
El papa Francisco agregó: “El paciente es
aquel que, a la larga, ¡es el más joven! Pensamos en aquellos ancianos y
ancianas en los asilos, aquellos que han soportado tanto en la vida: Miramos sus
ojos, ojos jóvenes, tienen un espíritu joven y una renovada juventud. Y a esto
nos invita el Señor: a esta renovada juventud pascual por el camino del amor, de
la paciencia, del soportar las tribulaciones y también --me permito decirlo- de
soportarnos el uno al otro. Porque también debemos hacer esto con caridad y con
amor, porque si yo debo soportarte, estoy seguro que tú me soportas y así vamos
adelante por la senda del camino de Jesús. Pidamos al Señor la gracia de este
soportar cristiano que nos da la paz, de este soportar con el corazón, de este
soportar gozoso para volvernos cada vez más jóvenes, como el buen vino: más
jóvenes con esta renovada juventud pascual del espíritu. Así sea”.
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