Actividad Científica del Dr. Bernardo Ebrí

Los interesados en poder descargar publicaciones médicas científicas del Dr. Bernardo Ebrí Torné, pueden hacer "clic" en

https://www.researchgate.net/profile/Bernardo_Ebri/stats

Para descargar el programa informático para el cálculo de la Edad ósea en niños, guía explicativa como usarlo, sobre la radiografía de mano izquierda, y luego poder predecir la talla adulta del niño (niños de 0,5 años a 20); específicos programas para niños de 0 a 4 años a través de la radiografía de mano y de pie) (En español y lengua inglesa),publicaciones a este respecto, libro sobre Maduración Esquelética etc.,.., introducirse en la siguiente web: www.comz.org/maduracion-osea
Se abrirá el portal al hacer "clic" y allí, se encuentra toda la información, con posibilidad de descarga.
El método esta siendo utilizado por pediatras, radiólogos, de España, Italia, México, Venezuela...
Comentarios en https://sites.google.com/site/doctorbernardoebri/prueba


Salmos 91:4 y 46:1. El amor de Dios

Salmos 91:4 y  46:1. El amor de Dios
"Pues te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás refugio. ¡Su verdad será nuestro escudo y tu baluarte". "Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia"

Friday, November 2, 2012

El mandamiento del amor y la felicidad

Comentario al evangelio del Domingo 31° T.O./B


ROMA, jueves 1 noviembre 2012 (ZENIT.org).-Ofrecemos el comentario al evangelio del próximo domingo de nuestro colaborador padre Jesús Álvarez, paulino.

Por Jesús Álvarez SSP

“Un maestro de la ley que había oído la discusión, viendo que les había contestado bien, se le acercó y le preguntó: --¿Cuál es el primero de todos los mandamientos? Jesús respondió: --El primero es: Escucha, Israel: el Señor, Dios nuestro, es el único Señor; y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay mandamiento mayor que éstos. El escriba le dijo: --Muy bien, maestro; con razón has dicho que él es uno solo y que no hay otro fuera de él, y amarlo con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo vale mucho más que todos los holocaustos y sacrificios. Jesús, al ver que había respondido tan sabiamente, le dijo: --No estás lejos del reino de Dios”. (Mc 12, 28-34)
No era ociosa la pregunta del escriba al Maestro sobre el principal de los mandamientos, pues ellos tenían 613 mandamientos, entre los cuales se esfumaban los Diez Mandamientos dados por Dios a Moisés. Gran parte de aquel cúmulo de mandatos eran invenciones humanas para evadir el principal mandamiento, que justamente los sintetiza todos, el mandamiento del amor: "Amarás al Señor tu Dios…; amarás a tu prójimo…”.
También hoy la gran parte de los cristianos, después de veinte siglos del Evangelio del amor, seguimos sustituyendo, en la práctica, el primero y máximo mandamiento por un abundante catálogo de normas morales, disciplinares, canónicas, eclesiásticas, civiles, familiares, buenos modales, costumbres, ritos…, ¿quizás con el ingenuo pretexto de que siempre se ha hecho así? Y no se trata de cosas malas, sino que se vuelven inhumanas e idolátricas cuando suplantan la ley del amor, lo cual sucede tan a menudo.
Jesús, con su nacimiento, vida, muerte y resurrección, tuvo un único objetivo: enseñarnos que Dios nos ama y enseñarnos a corresponderle amándolo a él y amándonos unos a otros. Es más: él superó y nos pide que superemos el mandamiento antiguo de "amar al prójimo como a sí mismo", cambiándolo por el suyo: "Ámense los unos a los otros como yo los amo". Él nos reveló su forma de amar: "Nadie tiene un amor más grande que el que da la vida por los que ama".
El verdadero amor a Dios y al prójimo es la única fuente de la felicidad y de la libertad en el tiempo y en la eternidad. Pero la mayoría pretenden beber el agua de la felicidad sin conectarse a su fuente, y buscan todos los charcos contaminados de los placeres: drogas, alcohol, orgías, sensualidad, lujos, poder…, incluso a costa del sufrimiento y de la infelicidad del prójimo. Lo cual sucede también entre gente que se tiene por “muy religiosa”.
Se hace pasar por amor lo que es puro egoísmo, y por felicidad lo que es sólo cosquillas superficiales del sistema nervioso. Son muchas las cosas que gustan, pero que no llenan, porque no son justas, y terminan por llevar a la total infelicidad. Es el pan envenenado de cada día en la sociedad de consumo, que va camino hacia la autodestrucción.
Amar como Cristo Jesús ama, es nuestra vocación, realización, libertad y felicidad en el tiempo y en la eternidad. El amor a Dios y al prójimo no pueden reducirse a un código rígido y moralizador. Es libertad para mejorar las expresiones y experiencias de ternura, de amistad, de dulzura.
El amor es fuego encendido por el Espíritu Santo en el corazón humano, que está hecho a imagen del corazón de Dios-Amor-Cariño-Ternura al infinito. "Si me falta el amor, de nada me sirve…". El mandamiento del amor no es pesado, sino que da alas a toda la vida.



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