Homilía del papa Francisco en
Santa Marta, 9 enero 2015
El amor de
Dios no es de telenovela
Dios nos precede siempre en el amor.
Se trata de uno de los pasajes de la homilía del papa Francisco en la misa
matutina, que ha celebrado este jueves en la capilla de la Casa Santa Marta con
un grupo de fieles, la primera del año 2015. El Pontífice argentino ha
subrayado que el amor cristiano está hecho de obras concretas, no de palabras.
Y ha reafirmado que para conocer a Dios no basta el intelecto, es necesario el
amor.
En estos días después de Navidad, ha
señalado el Santo Padre, la palabra clave en la liturgia es
"manifestación". Jesús se manifiesta: en la fiesta de la Epifanía, en
el Bautismo y de nuevo en las Bodas de Caná. Pero, se ha preguntado el Papa, "¿cómo
podemos conocer a Dios?". Es precisamente este, ha apuntado, el tema del
que habla el apóstol Juan en la primera lectura, subrayando que para conocer a
Dios nuestro "intelecto", "la razón" es
"insuficiente". Dios, ha añadido, "se conoce totalmente en el
encuentro con Él, y para el encuentro la razón no basta". Hace falta algo
más:
"¡Dios es amor! Y sólo por el
camino del amor puedes conocer a Dios. Amor razonable, acompañado de la razón.
¡Pero amor! '¿Pero cómo puedo amar lo que no conozco?'; 'Ama a los que tienes
cerca'. Y esta es la doctrina de los dos mandamientos: El más importante es
amar a Dios, porque Él es amor; Pero el segundo es amar al prójimo, pero para
llegar al primero debemos subir los escalones del segundo: es decir, a través
del amor al prójimo llegamos a conocer a Dios, que es amor. Sólo amando
razonablemente, pero amando, podemos llegar a este amor".
Es por eso, ha exhortado, que debemos
amarnos "los unos a los otros", porque "el amor es de Dios"
y "quien ama ha sido engendrado por Dios". Y también, ha proseguido,
para conocer a Dios hay que amar:
"El que ama conoce a Dios; el que
no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. Pero no amor de telenovela. ¡No,
no! Amor sólido, fuerte; amor eterno, amor que se manifiesta --la palabra de
estos días, manifestación-- en
su Hijo, que ha venido para salvarnos. Amor concreto; amor de obras y no de
palabras. Para conocer a Dios hace falta toda una vida; un camino, un camino de
amor, de conocimiento, de amor al prójimo, de amor a los que nos odian, de amor
por todos".
Francisco ha observado así que no
hemos sido nosotros en dar el amor a Dios, sino que ha sido "Él quien nos
ha amado y nos ha mandado a su Hijo como víctima de expiación por nuestros
pecados". En la persona de Jesús, ha sido su reflexión, "podemos
contemplar el amor de Dios" y siguiendo su ejemplo "llegamos
--escalón a escalón-- al amor de Dios, al conocimiento de Dios que es
amor". Recordando después al profeta Jeremías, el Pontífice ha
afirmado que el amor de Dios nos "precede", nos ama antes incluso de
que lo busquemos. El amor de Dios, ha destacado, es como "la flor del
almendro", que es "la primera que florece en primavera". El
Señor "nos ama primero", "siempre tendremos esta
sorpresa". Y ha observado que "cuando nos acercamos a Dios a
través de las obras de caridad, la oración, la Comunión, la Palabra de
Dios", "encontramos que Él está allí, el primero, esperándonos, así
nos ama".
El Papa ha recordado después el
Evangelio de hoy, que narra la multiplicación de los panes y los peces por
parte de Jesús. El Señor, ha indicado, "tuvo compasión" de la
cantidad de gente que había ido a escucharlo, porque "eran ovejas sin
pastor, desorientadas". Y ha asegurado que también hoy mucha gente está
"desorientada" en "nuestras ciudades, en nuestros países". Por
eso, Jesús les enseña la doctrina y la gente le escucha. Cuando luego se hace
tarde y pide que les den de comer, sin embargo, los discípulos responden
"un poco nerviosos". Una vez más, ha comentado el Santo Padre, Dios
ha llegado "primero, los discípulos no habían entendido nada":
"Así es el amor de Dios: siempre
nos espera, siempre nos sorprende. Es el Padre, es nuestro Padre que nos ama
tanto, que siempre está dispuesto a perdonarnos. ¡Siempre! No una vez, 70 veces
7. ¡Siempre! Como un padre lleno de amor y para conocer a este Dios que es amor
debemos subir por el escalón del amor al prójimo, por las obras de caridad, por
las obras de misericordia, que el Señor nos ha enseñado. Que el Señor, en estos
días en que la Iglesia nos hace pensar en la manifestación de Dios, nos dé la
gracia de conocerle por el camino del amor".
Fuente:
zenit.org
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