Actividad Científica del Dr. Bernardo Ebrí

Los interesados en poder descargar publicaciones médicas científicas del Dr. Bernardo Ebrí Torné, pueden hacer "clic" en

https://www.researchgate.net/profile/Bernardo_Ebri/stats

Para descargar el programa informático para el cálculo de la Edad ósea en niños, guía explicativa como usarlo, sobre la radiografía de mano izquierda, y luego poder predecir la talla adulta del niño (niños de 0,5 años a 20); específicos programas para niños de 0 a 4 años a través de la radiografía de mano y de pie) (En español y lengua inglesa),publicaciones a este respecto, libro sobre Maduración Esquelética etc.,.., introducirse en la siguiente web: www.comz.org/maduracion-osea
Se abrirá el portal al hacer "clic" y allí, se encuentra toda la información, con posibilidad de descarga.
El método esta siendo utilizado por pediatras, radiólogos, de España, Italia, México, Venezuela...
Comentarios en https://sites.google.com/site/doctorbernardoebri/prueba


Salmos 91:4 y 46:1. El amor de Dios

Salmos 91:4 y  46:1. El amor de Dios
"Pues te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás refugio. ¡Su verdad será nuestro escudo y tu baluarte". "Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia"

Sunday, July 15, 2012

Quienes curan son 'reservas de amor', que llevan serenidad y esperanza a los que sufren

Palabras de Benedicto XVI en el Ángelus


CIUDAD DEL VATICANO, domingo 1 julio 2012 (ZENIT.org).- A las 12 horas de hoy, Benedicto XVI se asomó a la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico vaticano para recitar el Ángelus con los fieles y peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro. Ofrecemos las palabras del papa al introducir la oración mariana.

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Queridos hermanos y hermanas:

Este domingo, el evangelista Marcos nos presenta la historia de dos curaciones milagrosas que Jesús realiza en favor de dos mujeres: la hija de uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y una mujer que sufría de hemorragia (cf. Mc. 5,21-43). Son dos episodios en los que hay dos niveles de lectura; aquel puramente físico: Jesús se acerca hasta el sufrimiento humano y cura el cuerpo; y aquel espiritual: Jesús vino a sanar el corazón del hombre, para dar la salvación y pide fe en Él.
En el primer episodio, ante la noticia de que la hija de Jairo ha muerto, Jesús le dice al jefe de la sinagoga: "No temas; solamente ten fe" (v. 36), lo lleva con él donde estaba la niña y exclama: "Muchacha, a ti te digo, levántate" (v. 41). Y esta se levantó y se puso a caminar. San Jerónimo decía estas palabras, haciendo hincapié en el poder salvífico de Jesús: "Niña, levántate hacia mí: no por tu mérito, sino por mi gracia. Álzate por mi: el hecho de ser curada no depende de tu virtud" (Omelie sul Vangelo di Marco, 3).
El segundo episodio, el de la mujer con hemorragia, volverá a poner en evidencia cómo Jesús vino a liberar al ser humano en su totalidad. En efecto, el milagro se lleva a cabo en dos fases: en la primera se da la curación física, que está estrechamente relacionada con la curación más profunda, aquella que da la gracia de Dios a quien se abre a Él con fe. Jesús le dice a la mujer: "Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz y queda curada de tu enfermedad" (Mc. 5,34). Estas dos historias de curación son una invitación para nosotros, a fin de superar una visión puramente horizontal y materialista de la vida. A Dios le pedimos tantas curaciones de problemas, de necesidades concretas, y es justo, pero lo que debemos pedir con insistencia es una fe más segura, para que el Señor renueve nuestra vida, y una firme confianza en su amor, en su providencia que no nos abandona.
Jesús, que está atento al sufrimiento humano, nos hace pensar a todos aquellos que ayudan a los enfermos a llevar su cruz, en particular los médicos, los operadores sanitarios y cuantos aseguran la asistencia religiosa en las casas o asilos. Se trata de "reservas de amor", que llevan serenidad y esperanza a los que sufren. En la encíclica Deus caritas est, he observado que, en este valioso servicio, en primer lugar se necesita la competencia profesional --que es la primera necesidad--, pero esta por sí sola no es suficiente. Se trata, de hecho, de seres humanos, que tienen necesidad de humanidad y de la atención del corazón. "Por eso, dichos agentes, además de la preparación profesional, necesitan también y sobre todo una «formación del corazón»: se les ha de guiar hacia ese encuentro con Dios en Cristo, que suscite en ellos el amor y abra su espíritu al otro" (n. 31).
Pidámosle a la Virgen María que acompañe nuestro camino de fe y nuestro compromiso de amor concreto, especialmente a los más necesitados, mientras invocamos su maternal intercesión por nuestros hermanos que viven el sufrimiento en el cuerpo o en el espíritu.

Traducido del original italiano por José Antonio Varela V.

©Librería Editorial Vaticana



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