Está redactado con ideas de la Ley Religiosa de la II República española. Es decir, persecución contra toda manifestación religiosa.
Actualizado 26 agosto 2011
Nieves San Martín/Zenit
«Los jóvenes católicos españoles llegan a la fe por adhesión, no por tradición»
Un supuesto proyecto que regularía la práctica religiosa en Ecuador, de llevarse a cabo, vetaría toda expresión pública de fe a las Iglesias. El proyecto, difundido en internet, ha sembrado la alarma en católicos y evangélicos del país.
El proyecto de Ley Orgánica de Profesión Religiosa y de la Ética Laica, cuyo autor es Pablo Villagómez Reinel, actual subsecretario de América del Norte y Europa de la Cancillería [Ministerio de Exteriores], plantea una serie de reformas y cambios respecto a la profesión de una confesión religiosa.
El documento, de 99 artículos, escrito entre febrero y junio de este año, a título personal, según su autor, nació de su interés por la religión y el Estado laico. Hay fundadas sospechas de que el proyecto está siendo promovido por el gobierno y hacerlo público es como lanzar un globo sonda a la opinión para ver su reacción.“Nadie del Gobierno me ha pedido que elabore una propuesta de esta naturaleza, es una iniciativa ciento por ciento personal”, subrayó el autor.
Aunque el proyecto no es oficial ni está prevista por ahora su entrada en la Asamblea Nacional, se ha difundido por internet y ha alarmado a algunos sacerdotes que, en sus homilías, han llamado a los fieles a estar alerta ante concepciones “totalitarias y estatistas que pueden atentar contra los derechos fundamentales a la libertad de pensamiento, expresión y religión”.
El autor dice que envió su proyecto a amigos y sacerdotes para que opinaran. Propone, entre otras cosas, que las entidades religiosas no tengan injerencia en la esfera pública y que el Estado sea neutral frente a las creencias religiosas.
Citó el caso de la reciente polémica entre los Heraldos del Evangelio y los Carmelitas Descalzos en Sucumbíos: “Demuestra por una parte que el hecho religioso es eminentemente privado, cuando se transfiere a la esfera pública se convierte en un hecho político y tiene repercusión en el orden público y en el Estado”.
Dijo también que los derechos y libertades religiosas tienen que practicarse sin alterar la paz ni cohesión social, y sin alterar la moral pública o la seguridad del Estado.
La Iglesia, según Villagómez, ha actuado con autonomía y soberanía paralela al Estado, por eso “se busca con ese proyecto ponerles un freno y restaurar plenamente un Estado democrático de derechos, no de privilegios… evitar que la religión tenga injerencia en la esfera pública y asegurar que el Estado sea neutral en las creencias religiosas”.
Según el embajador, las creencias pueden ser manipuladas con fines políticos por un sacerdote o pastores, y “lo que se trata es de evitar que los entes religiosos puedan tener un fin político, porque están en posición ventajosa para hacer política”.
Respuesta de la Iglesia
Monseñor José Mario Ruiz, expresidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, en su columna semanal en un diario ecuatoriano,expuso que el laicismo de este proyecto “es fanático, pretende imponer una religión sin Dios”.
Otro de los puntos que plantea es que no se use el espacio público con fines religiosos. Eso implicaría, según monseñor Ruiz, que las procesiones del Señor del Gran Poder y del Consuelo se suspendan so pena de disolución de la entidad religiosa.
Para Villagómez, estos son espacios de todos, un lugar de pluriculturalidad en donde están creyentes, no creyentes de distintos credos, no puede usarse para el ejercicio de una práctica religiosa determinada porque es privilegiar a ese ente religioso y crear condiciones adecuadas para que los derechos se vulneren. Lo que establece el proyecto es que de alguna manera se pueda regular el espacio público.
En algunos aspectos, esta ley recuerda la constitución de la II República Española de 1931, que trató también de controlar las manifestaciones públicas de la Iglesia, su participación educativa, retirando las subvenciones a las órdenes religiosas de enseñanza, cancelando los subsidios al clero, y prohibiendo a los sacerdotes y religiosos una serie de actividades.
Entre otros artículos polémicos, el proyecto dice que no deben existir colegios católicos. Prohíbe que los sacerdotes vistan y porten los símbolos propios de su misión, fuera de los recintos de culto o privadamente, para evitar la “ostentación de la religión que profesan”, o también veta que participen en el comercio, medios de comunicación, banca, industria y educación.
Según el pastor Hernán Arias, evangélico, el proyecto de ley “descontextualiza el laicismo ecuatoriano, que está enriquecido por la diversidad religiosa, ciudadanos que profesan su fe”.
Según el texto propuesto, un estudiante del colegio salesiano San José, que actualmente es fiscomisional [que recibe también fondos fiscales], no podrá vestir la camiseta del colegio con la imagen de Don Bosco, patrono de los salesianos.
La tradicional procesión de la Virgen de Monserrate, que cada año convoca a miles de fieles a Montecristi, será un acto prohibido. A Julia Lozano, que lleva 25 años participando en la procesión de la Virgen Dolorosa, le parece increíble que se trate de prohibir las procesiones. “¿Cómo piensan evitar que miles de personas que acuden a las procesiones se queden en sus casas? Creo que están mal de la cabeza quienes quieren imponer esta ley”, señaló.
Organizaciones sociales y religiosas sostienen que lo único que se busca es limitar las libertades religiosas. La reacción en contra ha sido general en el país.
Gustavo Luzardo, pastor evangélico, señala que esta ley en su parte medular contiene artículos en los que se centra la antirreligiosidad y propugna el humanismo ateo, antes que a Dios.
Indicó que se trata de llevar la religión al plano privado de forma irrestricta y promueve la apostasía (negación de la fe cristiana o abandono de las creencias).
Luzardo dice que le parece insólito que con esta norma se trate de prohibir la obra evangelizadora especialmente en los niños.
“Este anteproyecto es simplemente eso, un anteproyecto que lo puede elaborar cualquier ateo, filósofo, idealista, comunista, socialista, y toda persona resentida con alguna religión por alguna u otra razón, la tenga o no la tenga”, dijo Luzardo.
Geovanny Mera, sacerdote, párroco de La Dolorosa en Manta, recordó que el Estado y la Iglesia siempre han funcionado autónomamente en democracia, pero cuando se quiere lacerar el derecho de expresar la fe prohibiendo cualquier acto religioso o limitando la promoción de la palabra de Dios, es un atentando contra las libertades del hombre.
“Con esto se quiere imponer la religión del Estado, es decir al imponer el laicismo sobre todas las cosas lo está ubicando como una religión”, expresó.
Añadió que si esta ley se aprobara, la iglesia o cualquier movimiento religioso pasarán a ser los perseguidos del Estado, como ha ocurrido en otras épocas, en varios países, pero básicamente será un atentado contra el derecho a pensar y a expresarse
Julio Páez, líder espiritual del Centro de Teoterapia Integral (Centi), recordó que el derecho a opinar y expresar el pensamiento religioso en forma libre, en todas sus formas y manifestaciones, está contemplado en la Constitución Política del Estado, por eso una ley como esta va en detrimento de la sociedad y la democracia.
El abogado Félix Montiel señaló que este anteproyecto es antirreligioso e inconstitucional y si se lo quiere aplicar, tendría primero que reformarse la Constitución, o llamar al pueblo a una consulta popular.
Sobre la religión, la carta magna de Ecuador dice, en su artículo 66, que “se reconoce y garantizará a las personas”, el “derecho a la igualdad formal, igualdad material y no discriminación”; “el derecho a opinar y expresar su pensamiento libremente y en todas sus formas y manifestaciones”; “el derecho a practicar, conservar, cambiar, profesar en público o en privado, su religión o sus creencias, y a difundirlas individual o colectivamente, con las restricciones que impone el respeto a los derechos. El Estado protegerá la práctica religiosa voluntaria, así como la expresión de quienes no profesan religión alguna y favorecerá un ambiente de pluralidad y tolerancia”.
Como se ve, queda garantizado el ejercicio de cualquier religión. No sabemos si el proyecto del embajador Villagómez contempla la posibilidad de vetar una hipotética JMJ como la de Madrid 2011, con su alegre fiesta de la fe por las calles, o prohibir al presidente boliviano Evo Morales, en alguna visita a Ecuador, sus televisados ritos ancestrales dedicados a la Pachamama.
Friday, August 26, 2011
Sunday, August 21, 2011
El sermón de la Montaña de BenedictoMadrid 2011
Hoy se desquitó. Si ayer el Papa no pudo pronunciar entera su catequesis a los jóvenes, hoy aprovechó para predicar su sermón más importante y exigente de su visita. En un escenario pensado en forma de cinco colinas, para evocar el pasaje evangélico de las Bienaventuranzas, Benedicto quiso rememorar ante una multitud bíblica de jóvenes una de las páginas fundantes del cristianismo y que se conoce con el nombre del Sermón de la Montaña.
Con una homilía nucleada en torno a la lectura del relato evangélico conocido con el nombre de la "confesión de Cesarea". Allí, Jesús le plantea a sus discípulos dos preguntas: "¿Quién dice la gente que soy Yo? ¿Quién decís vosotros que soy Yo?". Pedro contesta que es el Mesías y Jesús lo corona como la roca de la Iglesia, el primer Papa, con el poder de las llaves o el poder de atar y desatar, de perdonar o de condenar "en la tierra y en el cielo". Y le promete que "el poder del infierno no prevalecerá" contra la Iglesia.
Apoyado en este clásico texto de afirmación del primado de Pedro y del poder supremo y total del Papa en la Iglesia, Benedicto XVI trazó en varios pasos una lección teología de altura, pero al nivel de cualquier persona de la calle. Con su innata capacidad didáctica de divulgación.
En primer lugar, una lección de Cristología, para explicar quién es Jesús. Que no es "un personaje religioso más". Es "el Hijo de Dios vivo", según proclama la fe, que va más allá de "los simples datos empíricos o históricos". La fe conecta con el misterio de la persona de Cristo, que sólo está al alcance de los que creen en Él.
En segundo lugar, una lección de Teología dogmática, para explicar en qué consiste creer, qué es la fe. Que no es una simple información sobre Dios, ni es saber cosas sobre Jesús. Es, ante todo, "un don" que Dios concede. Y es también "una relación personal", una "adhesión de toda la persona". Es, en definitiva, enamorarse de Dios, sentirlo en las entrañas y quererlo como a nadie.
Y, por último, una lección de Eclesiología. La más larga y extensa de las tres lecciones. Se nota que el Papa está preocupado por la actual desafección de los católicos hacia la institución que dirige. Una desafección, afectiva y efectiva, que suele llamarse "apostasía silenciosa" y que se plasma en la clásica respuesta de los que se alejan: "Creo en Jesús, pero no en la Iglesia".
Benedicto XVI aseguró, de varias formas y con diversos matices, que eso no es posible. Porque "la Iglesia no es una simple institución humana como otra cualquiera". Es la institución fundada por Cristo "sobre la roca de la fe de Pedro". Y, por lo tanto, "no se puede separar a Cristo de la Iglesia". No hay fe sin Iglesia.
El Papa quiere poner coto al movimiento, cada vez más extendido, de los católicos sin Iglesia. Y, para eso, asegura, con fuerza, que no se puede ser católico por libre y a la carta. "No se puede seguir a Cristo en solitario" ni "por su cuenta", porque se corre el riesgo "de no encontrar nunca a Jesucristo o de acabar siguiendo una imagen falsa de Él".
Y la conclusión caía por su propio peso: Es ineludible, para los católicos, amar a su Iglesia y al Papa, el sucesor de Pedro. Y vivir el gozo de la pertenencia eclesial con una actitud de "gozosa inserción" y, desde ella, partir a la misión. "No os guardéis a Cristo para vosotros mismos. Comunicad a los demás la alegría de vuestra fe", arengó a los 'Papa-boys'. Y concluyó suplicando también sus oraciones: "Os pido también que recéis por el Papa".
Una llamada perentoria y casi angustiosa del Papa para que sus fieles cierren filas y sigan sintiendo el orgullo de su pertenencia a la Iglesia. ¿Ve el Papa en peligro de zozobrar a la barca de Pedro? Lo que parece claro es que le duele, y mucho, la silenciosa huida de los católicos, sobre todo en Occidente, en dirección de la indiferencia, el gran enemigo de la institución. Un sermón de la montaña papal de anatema del "complejo antirromano" o de los que reprochan a la institución haber traicionado a Cristo y, por eso, escapan de ella.
José Manuel Vidal | Madrid
Actualizado domingo 21/08/2011 11:18 horas
Con una homilía nucleada en torno a la lectura del relato evangélico conocido con el nombre de la "confesión de Cesarea". Allí, Jesús le plantea a sus discípulos dos preguntas: "¿Quién dice la gente que soy Yo? ¿Quién decís vosotros que soy Yo?". Pedro contesta que es el Mesías y Jesús lo corona como la roca de la Iglesia, el primer Papa, con el poder de las llaves o el poder de atar y desatar, de perdonar o de condenar "en la tierra y en el cielo". Y le promete que "el poder del infierno no prevalecerá" contra la Iglesia.
Apoyado en este clásico texto de afirmación del primado de Pedro y del poder supremo y total del Papa en la Iglesia, Benedicto XVI trazó en varios pasos una lección teología de altura, pero al nivel de cualquier persona de la calle. Con su innata capacidad didáctica de divulgación.
En primer lugar, una lección de Cristología, para explicar quién es Jesús. Que no es "un personaje religioso más". Es "el Hijo de Dios vivo", según proclama la fe, que va más allá de "los simples datos empíricos o históricos". La fe conecta con el misterio de la persona de Cristo, que sólo está al alcance de los que creen en Él.
En segundo lugar, una lección de Teología dogmática, para explicar en qué consiste creer, qué es la fe. Que no es una simple información sobre Dios, ni es saber cosas sobre Jesús. Es, ante todo, "un don" que Dios concede. Y es también "una relación personal", una "adhesión de toda la persona". Es, en definitiva, enamorarse de Dios, sentirlo en las entrañas y quererlo como a nadie.
Y, por último, una lección de Eclesiología. La más larga y extensa de las tres lecciones. Se nota que el Papa está preocupado por la actual desafección de los católicos hacia la institución que dirige. Una desafección, afectiva y efectiva, que suele llamarse "apostasía silenciosa" y que se plasma en la clásica respuesta de los que se alejan: "Creo en Jesús, pero no en la Iglesia".
Benedicto XVI aseguró, de varias formas y con diversos matices, que eso no es posible. Porque "la Iglesia no es una simple institución humana como otra cualquiera". Es la institución fundada por Cristo "sobre la roca de la fe de Pedro". Y, por lo tanto, "no se puede separar a Cristo de la Iglesia". No hay fe sin Iglesia.
El Papa quiere poner coto al movimiento, cada vez más extendido, de los católicos sin Iglesia. Y, para eso, asegura, con fuerza, que no se puede ser católico por libre y a la carta. "No se puede seguir a Cristo en solitario" ni "por su cuenta", porque se corre el riesgo "de no encontrar nunca a Jesucristo o de acabar siguiendo una imagen falsa de Él".
Y la conclusión caía por su propio peso: Es ineludible, para los católicos, amar a su Iglesia y al Papa, el sucesor de Pedro. Y vivir el gozo de la pertenencia eclesial con una actitud de "gozosa inserción" y, desde ella, partir a la misión. "No os guardéis a Cristo para vosotros mismos. Comunicad a los demás la alegría de vuestra fe", arengó a los 'Papa-boys'. Y concluyó suplicando también sus oraciones: "Os pido también que recéis por el Papa".
Una llamada perentoria y casi angustiosa del Papa para que sus fieles cierren filas y sigan sintiendo el orgullo de su pertenencia a la Iglesia. ¿Ve el Papa en peligro de zozobrar a la barca de Pedro? Lo que parece claro es que le duele, y mucho, la silenciosa huida de los católicos, sobre todo en Occidente, en dirección de la indiferencia, el gran enemigo de la institución. Un sermón de la montaña papal de anatema del "complejo antirromano" o de los que reprochan a la institución haber traicionado a Cristo y, por eso, escapan de ella.
José Manuel Vidal | Madrid
Actualizado domingo 21/08/2011 11:18 horas
Sunday, August 7, 2011
El llamado 'oro líquido' es un zumo natural que ayuda a prevenir el cáncer
La grasa no debe superar el 30 % de las calorías
El llamado 'oro líquido' es un zumo natural que ayuda a prevenir el cáncer y hace que avance más lentamente
El aceite de oliva "ayuda a prevenir" el cáncer y a que la enfermedad "avance más lentamente", según ha dicho Eduardo Escrich, investigador y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Barcelona, que ha participado en el curso El aceite de oliva esencia de la cultura, la vida y la dieta en el Mediterráneo, en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, con la ponencia ¿Hay algo más que grasa para la protección del cáncer?
Estudios recientes han demostrado que "frena" la proliferación celular, y genera cambios en la célula del tumor que le llevan a la apoptosis. "Lo que comemos tiene que ver con la salud y el cáncer. Pruebas clínicas realizadas en personas que siguen una dieta basada en el aceite de oliva demuestran que los tumores son de menor grado de malignidad".
No obstante, ha reconocido que, a pesar de todas las propiedades beneficiosas del oro líquido, no se puede pensar que con el consumo de un alimento "se pueda frenar" una enfermedad como el cáncer. Escrich ha recomendado emplear el "sentido común" en la alimentación y "nunca comer más de lo que se gasta con el ejercicio", no sólo por el cáncer sino "por la salud en general".
Así las cosas, ha aconsejado consumir los alimentos que componen la pirámide nutricional de la dieta mediterránea, y en cuanto a la cantidad de grasa que se debe consumir diariamente, ésta "no ha de superar el 25 ó 30 por ciento" de las calorías totales de la dieta. El profesor ha invitado a un consumo "moderado" de 50 mililitros al día -el equivalente a 4 ó 6 cucharadas soperas- bien sea en crudo o cocinado, y ha subrayado la importancia de la calidad del producto, porque "únicamente el virgen extra tiene todos los componentes".
También ha insistido en que es "fundamental" que se mantenga el consumo del aceite de oliva "durante toda la vida", y ha insistido en la educación desde la niñez para obtener "un correcto hábito dietético. Los políticos tienen mucho que hacer en este sentido", ha advertido Escrich.
Diario Médico.
El llamado 'oro líquido' es un zumo natural que ayuda a prevenir el cáncer y hace que avance más lentamente
El aceite de oliva "ayuda a prevenir" el cáncer y a que la enfermedad "avance más lentamente", según ha dicho Eduardo Escrich, investigador y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Barcelona, que ha participado en el curso El aceite de oliva esencia de la cultura, la vida y la dieta en el Mediterráneo, en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, con la ponencia ¿Hay algo más que grasa para la protección del cáncer?
Estudios recientes han demostrado que "frena" la proliferación celular, y genera cambios en la célula del tumor que le llevan a la apoptosis. "Lo que comemos tiene que ver con la salud y el cáncer. Pruebas clínicas realizadas en personas que siguen una dieta basada en el aceite de oliva demuestran que los tumores son de menor grado de malignidad".
No obstante, ha reconocido que, a pesar de todas las propiedades beneficiosas del oro líquido, no se puede pensar que con el consumo de un alimento "se pueda frenar" una enfermedad como el cáncer. Escrich ha recomendado emplear el "sentido común" en la alimentación y "nunca comer más de lo que se gasta con el ejercicio", no sólo por el cáncer sino "por la salud en general".
Así las cosas, ha aconsejado consumir los alimentos que componen la pirámide nutricional de la dieta mediterránea, y en cuanto a la cantidad de grasa que se debe consumir diariamente, ésta "no ha de superar el 25 ó 30 por ciento" de las calorías totales de la dieta. El profesor ha invitado a un consumo "moderado" de 50 mililitros al día -el equivalente a 4 ó 6 cucharadas soperas- bien sea en crudo o cocinado, y ha subrayado la importancia de la calidad del producto, porque "únicamente el virgen extra tiene todos los componentes".
También ha insistido en que es "fundamental" que se mantenga el consumo del aceite de oliva "durante toda la vida", y ha insistido en la educación desde la niñez para obtener "un correcto hábito dietético. Los políticos tienen mucho que hacer en este sentido", ha advertido Escrich.
Diario Médico.
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