Actividad Científica del Dr. Bernardo Ebrí

Los interesados en poder descargar publicaciones médicas científicas del Dr. Bernardo Ebrí Torné, pueden hacer "clic" en

https://www.researchgate.net/profile/Bernardo_Ebri/stats

Para descargar el programa informático para el cálculo de la Edad ósea en niños, guía explicativa como usarlo, sobre la radiografía de mano izquierda, y luego poder predecir la talla adulta del niño (niños de 0,5 años a 20); específicos programas para niños de 0 a 4 años a través de la radiografía de mano y de pie) (En español y lengua inglesa),publicaciones a este respecto, libro sobre Maduración Esquelética etc.,.., introducirse en la siguiente web: www.comz.org/maduracion-osea
Se abrirá el portal al hacer "clic" y allí, se encuentra toda la información, con posibilidad de descarga.
El método esta siendo utilizado por pediatras, radiólogos, de España, Italia, México, Venezuela...
Comentarios en https://sites.google.com/site/doctorbernardoebri/prueba


Salmos 91:4 y 46:1. El amor de Dios

Salmos 91:4 y  46:1. El amor de Dios
"Pues te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás refugio. ¡Su verdad será nuestro escudo y tu baluarte". "Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia"

Friday, November 25, 2011

'MUSLIM PERSECUTION OF CHRISTIANS'


Caza al cristiano en la Casa del Islam
Por Mario Noya
"Quieren que nos vayamos", "No hay futuro para nosotros aquí", "Hay un plan para eliminar a todas las minorías cristianas del mundo árabe". Donde pueden y cuando pueden, los cristianos que viven en tierras del islam dicen siempre lo mismo: están siendo objeto de acoso, derribo, martirio. Zapatero (¡por supuesto que hay que hacer leña del árbol caído!) y Erdogan, esto no lo trataban en sus tenidas civilizacionales: ser cristiano en Islamistán, ¡a quién se le ocurre!

Los cristianos de Dar al Islam están peor que nunca en siglos, alerta Robert Spencer en Muslim persecution of Christians, otro texto suyo breve y de combate, como Islamophobia, donde denunciaba el miserable doble rasero de los que claman contra quienes dicen cuatro verdades sobre el sanguinario, resentido y menorero Mahoma pero callan como lo que ya quisieran ser cuando en sus países se excluye, castiga, humilla, mata a la gente por ser cristiana.

La persecución musulmana contra los cristianos ha aumentado dramáticamente en todo el mundo en la última década, y ahora es peor que nunca. En un grito de desesperación hoy día frecuente, el portavoz de la Iglesia católica en Egipto, padre Rafic Greische, declaró a la radio vaticana en diciembre de 2010: "Los musulmanes fundamentalistas (...) quieren que los cristianos evacuemos el Medio Oriente, que nos vayamos. Y es lo que están consiguiendo, día a día".

Los datos que claman al Cielo (nunca mejor dicho): en Turquía, los fieles a Cristo han pasado de representar el 15% de la población (1920) a ser mera escoria estadística: 1%. En Siria eran el 33% (también 1920); hoy son el 10. Belén: en 1948, el 85% de los paisanos de Jesús creía en Él; hoy, sólo un 12%. En Nazaret, los cristianos han pasado de ser el 60% a finales de la Segunda Guerra Mundial a justo la mitad (30%). En Jordania y Cisjordania eran el 18% en 1952; ahora son el 4. "Antes de la Guerra del Golfo, algunas estimaciones cifraban en un millón o más el número de cristianos en Irak; sin embargo, desde 2003 cerca de la mitad ha abandonado el país", escribe Spencer. "No hay futuro para nosotros en Irak", decía en 2006 un hombre de negocios cristiano refugiado en Siria. Todo seguía igual de mal en octubre de 2010: al habla Ban Daub, una de las supervivientes de la matanza de la iglesia de Nuestra Señora de la Salvación, ahora desplazada en el Kurdistán iraquí: "Tememos por nuestros hijos. En Bagdad, la vida se acabó para los cristianos".

Cristianos que abandonan Irak a partir de 2003, o sea, a partir de la guerra contra Satán Husein. Cristianos que se refugian en la Siria de Bachar Asad y que incluso temen que semejante asesino acabe siendo derrocado. Cristianos con síndrome de Esto-es-el-colmo. ¿Pero esto qué es? La miseria de la dimmitud, es; la demostración pavorosa de que los fieles al Crucificado viven un auténtico infierno en Islamia: como mucho, aspiran a ser ciudadanos de segunda, sometidos, subyugados; a poner sus vidas en las manos del tirano de turno. Están obligados a elegir entre Guatemala y Guatepeor. Lo que sigue es parte de un sermón evacuado en La Meca en septiembre de 2002 por el jeque Marzuq Salem al Ghamdi:

Si los infieles viven entre los musulmanes, de acuerdo con las condiciones fijadas por el Profeta, no hay nada incorrecto en que paguen la yizia al tesoro islámico. Otras condiciones son (...) que no pueden remozar iglesias o monasterios, ni reconstruir los que hubieran sido destruidos; que deben alimentar durante tres días a cualquier musulmán que pase por sus hogares; (...) que deben levantarse cuando un musulmán desee sentarse; que no pueden imitar la manera de vestir y hablar de los musulmanes, ni montar a caballo, ni poseer espadas, ni llevar consigo arma alguna; que no pueden vender vino, ni lucir crucifijos, ni hacer sonar las campanas de sus iglesias, ni alzar la voz durante la oración; que tienen que cortarse el flequillo para que sean fácilmente identificables; que no pueden incitar a nadie contra los musulmanes, ni golpear a un musulmán (...) Si violan estas condiciones, no tendrán protección.

De este presente pavoroso, y de ese pasado que tantos prefieren futuro previsible, Zapatero (¡leña, leña!) y Erdogan no trataban en sus tenidas civilizacionales. De esto no hablan los que agitan el espantajo de la islamofobia. Sobre esto callan los que braman cuando se trata de cargar a muerte contra Roma. Es que "los cristianos, evidentemente, no están de moda ni son víctimas políticamente correctas, por eso sufren al vacío", envasados en su propia angustia.

Muchos occidentales, particularmente aquellos que conforman la elite del activismo pro derechos humanos, están atados a una cosmovisión en la que sólo a los que no son occidentales ni cristianos les ajusta la definición paradigmática de víctima: los cristianos están identificados con el opresor hombre blanco occidental, y no pueden ser víctimas. Algunos incluso incurren en una suerte de complacencia ante la desgracia ajena, creen que se lo merecen una iglesia y unos creyentes a los que acusan de muchos de los males del mundo (...) El hecho de que los cristianos que viven en tierras islámicas sean por lo general pobres, carezcan de derechos y estén todo lo lejos que se pueda estar de ser la fuerza opresiva que es la iglesia en el imaginario izquierdista, al parecer, no les entra en la cabeza.

***

En Irak han atacado con bombas cuarenta iglesias en los últimos siete años (siete en un solo día de 2007: el de la Navidad ortodoxa). En Pakistán, las infectas leyes antiblasfemia fungen de amenaza de muerte permanente contra heroínas como Asia Bibi... y contra los musulmanes que piden que se deroguen, como Salman Tasir, gobernador del Punyab hasta que fue asesinado precisamente por pedirlo. En Afganistán... ni siquiera se sabe el número de cristianos que viven en esa poza de miseria y misoginia cuya Constitución estipula que ninguna ley puede contrariar "las creencias y provisiones de la sagrada religión del Islam". En Sudán, el norte árabe y musulmán ha librado durante años y más años una guerra de exterminio contra el sur negro y cristiano. En Nigeria, las matanzas están a la orden del día. En el nuevo Egipto (en tiempos "uno de los más importantes centros de la Cristiandad"), los cada día más poderosos Hermanos Musulmanes quieren que los coptos sigan siendo ciudadanos de segunda. En Egipto, que sigue siendo un país oficialmente islámico ("El islam es la religión del Estado [...] y la principal fuente de legislación es la jurisprudencia islámica [la sharia]", dice el artículo 2 de su Constitución), las fuerzas de seguridad son frecuentemente un remedio peor que la enfermedad islamista y los conversos al cristianismo como Mohamed Hegazy lo primero que tienen que hacer, tantas veces, es ponerse a salvo de sus propios padres, tan impunemente salvajes que no se privan de amenazarlos desde los medios de comunicación: "Voy a tratar de hablar con mi hijo para convencerle de que vuelva al islam –declaró la mala bestia en 2008–. Si se niega, lo mataré con mis propias manos".

Así están las cosas y así se las cuenta Spencer en estas páginas –y Javier Lozano en las de este diario non sancto–, que concluyen con este párrafo que, tanto o más que a Dar al Islam, retrata a Occidente, para ellos la Casa de la Guerra, Dar al Harb:

Con confianza y brutalidad siempre crecientes, y prácticamente ninguna protesta de Occidente, los yihadistas y los supremacistas islámicos prosiguen su caza al cristiano. Asediadas, esas comunidades están en trance de extinción, y nadie habla por ellas. Llegados a este punto, su seguridad y supervivencia depende poco menos que de un milagro.


ROBERT SPENCER: MUSLIM PERSECUTION OF CHRISTIANS. David Horowitz Freedom Center (Sherman Oaks, California), 2011. Pinche aquí para leer la edición de 2008.

MARIO NOYA, jefe de Suplementos de LIBERTAD DIGITAL.

Thursday, November 17, 2011

El embrión, dentro de la madre, se construye a sí mismo


Completo informe de profesores católicos universitarios sobre el aborto
CÓRDOBA, jueves 17 noviembre 2011 (ZENIT.org).- Un grupo de profesores católicos de la Universidad de Córdoba, España, ha hecho público un informe sobre el aborto que ha sido recomendado por la diócesis de Córdoba este miércoles, quien incluye el informe completo en su página web. Es un verdadero vademécum actualizado en el que el lector puede formar su juicio respecto a materia tan fundamental.

Con el objetivo de tratar a fondo la cuestión del aborto, un grupo de profesores católicos de la Universidad de Córdoba, ha elaborado un informe, tras la creación de una Comisión de la vida. El informe afronta diferentes perspectivas: médica y bioética; jurídica; económica; y del magisterio eclesiástico.

Centrándose en este último, la diócesis de Córdoba ha apoyado esta iniciativa “considerando oportuno que se elabore este informe sobre el aborto por ser un asunto fundamental, de gran impacto social y de una relevancia de primer orden”.

Para elaborar tan completo y actualizado informe, los profesores han indagado en conocimientos de diversas ramas del saber. En primer lugar han acudido a la ciencia médica y científica, en aras de recorrer el proceso de gestación del ser humano para ir comprobando su evolución y las distintas etapas que lo constituyen. También, han tenido presente la ciencia jurídica, donde se plasma la posibilidad legalizada o no de la práctica del aborto, así como la moral, la filosofía y la teología. En último lugar, desde la perspectiva económica, el informe realiza un análisis de la actividad económica que se mueve en torno al aborto en Andalucía, estableciendo comparaciones con el resto de España.

El documento presenta una serie de conclusiones finales que pueden ser muy iluminadoras para que los católicos y el público en general se formen un juicio informado sobre el argumento.

Desde las perspectivas médica y bioética, afirman los autores, “nos movemos en el plano de los valores objetivos y de verdad objetiva, sin adentrarnos en el juicio sobre las responsabilidades subjetivas”.

En este sentido constatan que “nos hallamos ante un proceso continuo de génesis orgánica y evolución”, “desde el momento de la concepción el cigoto es una nueva entidad biológica” y concluyen declarando “el carácter humano del embrión”.

En este último aspecto, afirman: “Puesto que el desarrollo es ininterrumpido y no necesita una nueva intervención que lo origine, se debe decir que la nueva entidad constituye un nuevo individuo humano. El proceso desde la fecundación es continuo, por lo que no se puede utilizar el término “pre-embrión” para referirse a un estadio anterior al de embrión, distinguiéndolos como dos procesos discontinuos. Podría ser utilizado para indicar la fase precoz del embrión, desde la constitución del cigoto hasta la aparición de la línea primitiva”.

“Desde el punto de vista científico --añaden--, no se puede negar que en la formación del recién concebido y en todo su proceso de desarrollo, actúa un determinismo orientado hacia una finalidad proyectada. Podemos decir, como un dato científico, que el embrión, dentro de la madre, se construye a sí mismo para dar lugar al nacimiento del individuo completamente desarrollado. Tanto el embrión fecundado en el seno de la madre, como aquellos fecundados 'in vitro', no son una 'personalidad potencial', sino que poseen 'personalidad con desarrollo potencial': son ya seres humanos. Tanto uno como los otros, desarrollarán esa personalidad si se dan las condiciones favorables, pero no es la anidación lo que hace que el embrión sea embrión, como tampoco es la leche materna lo que hace que un bebé sea bebé”.

Ya es un ser humano

“El embrión no es un ser humano en potencia: el embrión es en potencia un niño, o un adulto, o un anciano, pero no es en potencia un individuo humano sino que lo es ya en acto. Y desde el punto de vista ético, bastaría que hubiese la más mínima duda al respecto para excluir cualquier intervención que pudiera dañar a ese ser personal en formación”, concluyen.

En relación a las cuestiones éticas, reafirman el principio fundamental de ausencia de daño: primum non nuocere, que “expresa la obligación de no producir daño intencionadamente”.

Reiteran que, en el Código Deontológico Español de 1999, se define al médico como “servidor de la vida”, y se indica que “al ser humano embrio-fetal enfermo se le debe tratar de acuerdo con las mismas directrices éticas que a los demás pacientes”. Máxime si este embrión no está enfermo sino vivo y desarrollándose en el útero de su madre, recuerdan los profesores de la Universidad de Córdoba.

Constatan también que “existe una mentalidad antinatalista y abortista que ha encontrado en las teorías neomaltusianas y ecologistas un apoyo para plantear la necesidad de un control de la natalidad (incluyendo el aborto como medio)”.

Dichas teorías, deenuncian, “están respaldadas y propagadas por importantes grupos de presión y organismos internacionales como OPT (Optimum Population Trust) y la ONU”.

Y afirman que “dicha mentalidad está profundamente arraigada en los responsables políticos y administrativos de Andalucía que favorecen directa o indirectamente un negocio muy lucrativo”.

Desde la perspectiva jurídica, analizan la ley de aborto de 1985, asumida por la de 2010 en términos generales.

Esta ley, dicen “es de todo punto inaceptable” por cuanto “el Legislador se apoya en el criterio del Tribunal Constitucional, que establece un concepto de vida sin tener una orientación médica contrastada del suyo, ni estar facultado para ello”; “en la Sentencia que sirve de base para el texto legal, se despersonaliza al ser humano concebido y no nacido. Se elimina, se manipula así la realidad, que nos dice, claramente, que humanos son los gametos --espermatozoide y óvulo--, humano es consecuentemente el cigoto que de ellos proviene, humano es el embrión y humano el feto que al llegar el alumbramiento nace, por lo que su naturaleza –evidentemente humana--, requiere del reconocimiento de su dignidad”.

Siguen exponiendo una serie de juicios sobre aquella ley de 1985 y añaden el que les merece la actual ley vigente en España, de 2010. Como cuestión previa, de gran relevancia, señalan que este proyecto de ley “no obtuvo el beneplácito del Consejo de Estado, ni del Consejo Fiscal, ni del Consejo General del Poder Judicial, por cuanto sus múltiples deficiencias técnicas y su contradicción para con la Legislación española y su espíritu lo impedían”.

Entre otras cuestiones jurídicas, además de asumir las anteriores argumentaciones de la Legislación de 1985, “invierte el concepto de delito en el caso del aborto, y manteniéndolo en unos supuestos, lo convierte en derecho en otros, lo cuál es totalmente contradictorio con cualquier lógica del Sistema Jurídico”.

“Por otra parte, aquella concede en exclusiva a la madre gestante la decisión, cuando, como la ciencia demuestra, el ser humano requiere para su concepción y desarrollo intrauterino de la participación del varón y la mujer, y así cualquier responsabilidad recae en ambos como progenitores que son”.

“Se asumen así --añaden--, además, los principios de una ideología de género de corte y origen marxista, y totalmente opuesta a la raíz natural de la configuración y estructura del ser humano”.

Se faculta además para su decisión en la materia, recuerdan, “a menores de edad, lo cuál es contradictorio e incompatible con todo el Sistema Jurídico español de capacidad y responsabilidad”.

Por último, en este apartado, afirman que “introduce el concepto y la filosofía de las vidas sin valor vital, base del programa Lebensunwate Leben tristemente célebre, por su macabro recuerdo durante la vigencia del Régimen nazi”.

Facturó más de cien mil millones en Andalucía

Desde el punto de vista económico concluyen que: “Andalucía es la única Comunidad Autónoma que reconoce la prestación del aborto dentro de su sistema sanitario y garantiza el acceso a la misma a través del concierto con las clínicas acreditadas ante la mayoritaria objeción de los profesionales de la sanidad pública”; “Andalucía es la tercera región española con mayor peso económico en el negocio del aborto en España; “los ingresos estimados por la práctica del aborto en Andalucía han crecido para el periodo 1999-2008 a razón de una tasa anual acumulativa de crecimiento del 12,62%; “en términos absolutos, los ingresos estimados para 2008 oscilarían entre 9.323.211 y 13.041.550 euros”; “si atendemos a la serie histórica, el negocio del aborto en Andalucía ha facturado entre 82.294.104 y 102.832.832 euros”.

Otras conclusiones, desde la perspectiva del magisterio eclesiástico, ya bien conocidas por el público lector de ZENIT, pueden leerse en el documento cmpleto ofrecido por la diócesis cordobesa: Informe sobre el aborto en Andalucía.

Por Nieves San Martín

Monday, November 14, 2011

El carácter numinoso de la infancia


Publicado por Bernardo Ebri Torné el 14/11/2011 en Cuerpo, Alma y Mente | 1 comentario
Recuerdo en mi infancia el carácter numinoso de multitud de experiencias que viví en aquellos años felices y que se grabaron a fuego en mi conciencia. Analizados ahora a mis 62 años parece que fueron meras anécdotas si las examino desde una perspectiva de razón ordinaria, pero no, conservan ese carácter numinoso, es decir mágico de las vivencias infantiles, aunque su contenido sea aparentemente ordinario.

Y es que en la infancia, la conciencia, que podemos definirla como esa luz interior por la que vivimos en la mente de forma intencional la realidad que nos rodea, sea tal vez diferente a la que tenemos al pasar los años. Por otra parte, ese carácter no solo mágico que hay en los objetos, en las palabras, en las mismas personas que rodean al niño, sea el que imprime en el ese tinte, ese carácter que incluso podemos llamar sagrado. Y es que para un niño las figuras paternas son como dioses, como seres supremos, y sus obras, sus palabras ejercen ya desde corta edad hasta podíamos decir la edad de la razón, esa influencia mágica que se le graba a fuego , ya éticamente esa influencia sea considerada como buena o desgraciadamente como mala.

Lo que nos dicen los padres lo elevamos en esas edades a categoría suprema e instalado en nuestro inconsciente, puede influir en la persona adulta a lo largo de toda su vida, aunque no lo apreciemos conscientemente. Tal vez sea durante los años maduros de nuestra vida cuando los recuerdos infantiles vuelven a nuestra memoria, y si los contemplamos con receptividad hacia ellos, dejando que ocupen de nuevo el plano de nuestra conciencia, podamos de nuevo volver a saborear en ese contenido aparentemente trivial de aquellas experiencias infantiles, ese candor, esa fuerza numinosa que ha influido en nuestra vida aun sin saberlo.

¡Como no podemos recordar aquellos años!, y me refiero a los que por suerte hemos tenido una infancia feliz, aunque no se puede descartar en nadie experiencias numinosas aun dentro de existencias infelices, pero como digo, como no recordar la agradable sorpresa del despertar y ver los regalos del día de Reyes que nuestros padres, abuelos, amorosamente facilitaron, al dejar junto a nuestros zapatos la comida y bebida para los Magos y sus camellos. Como no, volver a recordar con amor, aquellos cuidados maternales de nuestra propia madre o padre, pero también de nuestros abuelos, sobre todo aquella abuela que alternaba con la mamá la limpieza de nuestro culito, o las cucharadas de la papilla que nos daban junto con el cariño de sus besos y caricias.

Lo que nos decían nuestros padres iba a misa aunque no sea políticamente correcto hoy efectuar esta comparación. Pero es que como hemos dicho antes, ese carácter numinoso de estas experiencias de nuestra corta infancia, conservan un carácter de diafanía, de una tal transparencia y luminosidad que podemos comparar a lo sagrado. Tal es su fuerza intrínseca de estos engramas infantiles que nos vienen ahora como recuerdos, y que tanto han podido influir en nuestra vida, dirigiéndola hacia la realidad que hoy vivimos como adultos.

Todo nos ha influido: los personajes de los cuentos que nos relataban, los cromos con que jugábamos, los muñecos, los cuadernos de pinturas que coloreábamos, son y pueden seguir siendo numinosos, si sabemos aun hoy día recibirlos como niños en nuestra conciencia. Lo único que tenemos que hacer para volver a recibir aquellas prendas es “trasponernos”, relajarnos cerrando los ojos, inspirar profundo y “bajar” al interior de nuestra mente, queriendo con nuestra voluntad retroceder en el tiempo. Puede sorprendernos entonces ver uno y mil recuerdos visualizándose en nuestra conciencia, que volverá, si se tiene espíritu de niño, a saborear aquellos momentos, a recordar aquellas frases cuyos contenidos eran tomados al pie de la letra. Volveremos tal vez a sentir en nuestro rostro aquellas caricias maternales-paternales, aquel estremecimiento encantador del bigote de nuestro padre o de los suaves labios de nuestra madre al besarnos.

Y no solo disfrutaremos la relación con los padres o la familia más cercana que hayamos tenido, sino también las experiencias con el mundo exterior, en la escuela o parvulario en relación con otros niños, con los maestros, con las cosas, con los objetos que nos rodeaban, aunque con la razón pensemos que no eran más que trastadas. Todo puede expresar para el niño ese carácter numinoso, sacral, trascendente. Y es que para los ojos limpios del niño pequeño, todo tiene, aun lo ordinario ese carácter luminoso, misterioso y a la vez superior que aunque pueda inspirar temor produce también reverencia. Y cuando de adultos abrimos nuestra conciencia a esos recuerdos, a esas vivencias guardadas en lo más profundo del alma, cuando somos receptivos a ellas es cuando sabemos mirarlas de nuevo con los ojos limpios que mira el niño. Ese niño, todos lo llevamos dentro, lo llamemos desde la psicología profunda”Ser Esencial” o ángel de la guarda. Cuando nos hacemos como ellos es cuando volvemos a sentir la nostalgia amorosa de aquellos momentos, de aquellas experiencias irrepetibles que tanto han marcado nuestra vida aun sin saberlo, y que en virtud de la magia que poseen, son capaces de nuevo de subir a nuestra conciencia y anhelar aquellos dulces tiempos. Son como un germen de trascendencia que todos llevamos dentro. Y es que viene a ser como aquel Jesús cuando nos dijo en su Evangelio: “Si no os hacéis como niños no podéis entrar en el Reino de los Cielos” Mt.18-3. Es decir no solo disfrutar de la trascendencia futura, sino de la sencillez amorosa inmanente del niño, de su mirada limpia de asombro ante lo que le rodea que se graba a fuego en su corazón. Por ello el carácter numinoso tiene esa fuerza vital porque nace de la sencillez, de la capacidad de asombro del niño. Ello le permite seguir cosechando en su interior gérmenes de vida fuerte y saludable, podíamos decir hasta beatífica, conectada con el Ser Supremo que se encuentra no solo en su corazón sino presente también en el mundo que le rodea. El misterio es saber verlo bajo la apariencia de las cosas. Pero ¿Qué pasa cundo crecemos, cuando el poder de lo que llamamos razón del mundo se impone en el niño?.. Qué ese mundo mágico, limpio, trascendente se va difuminando, nublando, dando lugar al sabor agridulce de experiencias que pueden conducirnos progresivamente a la amargura, a la impotencia y al fracaso de adultos.

Lo que va gestando las experiencias numinosas del niño es esa conciencia sencilla, asombrada y abierta al Mundo. Las experiencias rodeadas de ese asombro, de esa magia que todo lo creado lleva consigo, van siendo asimiladas por el niño, grabadas plásticamente en su cerebro, de tal manera que allí perduran y ejercen influencia en el sujeto, en su proceso madurativo. Mas tarde pueden ser evocadas, volviéndose a experimentar esa magia, esa luminosidad con que fueron grabadas. En esa evocación puede aparecer nostalgia y amor.

En el ejercicio de ese recuerdo la persona puede descubrir que nunca ha estado solo, que una presencia muchas veces ignorada pero presente siempre ha ido dirigiendo los hilos de su vida, y es la que ahora le abre a los recuerdos, descubriendo en ellos su propia identidad. Esa presencia en su conciencia, puede ser llamada “Ser Esencial”, lo mas auténtico de nosotros, lo más íntimo, nuestra misma “mismidad”, conectada con la Divinidad.

Por ello amigos, volvamos aunque sea por algunos instantes a aquellos tiempos donde el vivir era soñar, el sentir el calor y la devoción de aquellos brazos amorosos que mecían nuestra cuna.

Perdón si para algún lector el recuerdo de su infancia le trae dolorosos recuerdos, aun con todo piense que nunca se ha encontrado solo, qué su Ser Esencial estaba siempre con él como permanece ahora. Lo importante es saber verlo con la transparencia y el asombro de su niño interior.
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Sunday, November 13, 2011

¡El futuro de la humanidad se fragua en la familia!

Los obispos de Paraguay dedican un trienio a la primera célula de la sociedad ASUNCIÓN, viernes 11 noviembre 2011 (ZENIT.org).- Los obispos de Paraguay han escrito un mensaje dedicado a la familia, en el contexto de la Misión Permanente y dentro del Año de la Fe promulgado por el papa. Ofrecemos a los lectores el texto completo del mensaje. ***** Los Obispos de la Iglesia en el Paraguay queremos compartir con nuestro pueblo una reflexión pastoral sobre la familia desde la fe en la persona de Jesucristo, Hijo de Dios y Único Salvador, Señor de la historia. Lo hacemos en el contexto de la Misión Permanente y dentro del Año de la Fe promulgado por el Santo Padre que comenzará el 11 de octubre del 2012, en el 50º aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, y terminará el 24 de noviembre del 2013 1 - La realidad de nuestras familias Haciéndonos eco de las palabras del venerable Beato Juan Pablo II en su Exhortación Apostólica Familiaris Consortio, al referirse a la vida matrimonial y familiar, nos decía que "no raras veces al hombre y a la mujer de hoy día, que están en búsqueda sincera y profunda de una respuesta a los problemas cotidianos y graves de su vida matrimonial y familiar, se les ofrecen perspectivas y propuestas seductoras, pero que en diversa medida comprometen la verdad y la dignidad de la persona humana" (FC, 4). La vocación de familia se está desvirtuando y deteriorando con una rapidez inusual no experimentada en otros tiempos. 1.1. Bendiciones recibidas Podemos constatar la alegría de las familias cristianas en la vivencia de su vocación matrimonial. Señalamos algunos de los aspectos positivos testimoniados en las familias y que son plenamente rescatados a pesar de los embates que reciben a diario. Como ejemplo digno se pueden mencionar el testimonio de jóvenes que piden el sacramento luego de una buena, sistemática y consciente preparación prematrimonial. Estos matrimonios asumen: la convicción y la defensa inclaudicable del sacramento del matrimonio; cuidan de la vida en todas sus etapas, desde su concepción hasta la muerte natural; mantienen el valor y la práctica de la paternidad/maternidad responsables; dan testimonio de vida cristiana cotidiana; cumplen con los roles familiares a pesar de la presión existente como consecuencia de la ajetreada vida actual o de las asechanzas de nuevas ideologías. Estas familias evangelizadas y que viven la fe cristiana en su hogar, como pequeña Iglesia Doméstica, se abren a la experiencia familiar de la oración, de la lectura de la Palabra de Dios, la participación en la vida sacramental de su comunidad. Se convierten así, a su vez en evangelizadoras. 1.2. Amenazas a las familias Como dice Aparecida "En nuestra condición de discípulos y misioneros de Jesucristo, estamos llamados a trabajar para que las amenazas contra la institución familiar sean transformadas y la familia asuma su ser y su misión en el ámbito de la sociedad y de la Iglesia" (DA, 432). Algunos medios de comunicación banalizan o relativizan el rol de las familias. Insisten en su imagen desdibujada del tipo de familia: proponen la infidelidad matrimonial, la homosexualidad, y la violencia intrafamiliar. Se constata un número cada vez mayor de separaciones y divorcios. Persiste la mentalidad abortista, el feminismo exacerbado, el relativismo moral. Lamentamos la ausencia prolongada por la migración del padre o de la madre, o de ambos, por razones económicas principalmente, porque los niños, adolescentes y jóvenes con frecuencia son criados por otros familiares o viven abandonados a su suerte. Deploramos todo tipo de violencia y las agresiones físicas, psicológicas y hasta víctimas fatales que se cometen dentro del hogar porque no son expresión de amor sino de egoísmo y hasta de perturbaciones psíquicas. Nos preocupan las familias incompletas, la situación de madres solteras y las consecuencias de la pobreza, de la falta o insuficiente educación debido a la marginalidad. Qué bueno sería que tanto el Estado como la misma Iglesia se ocupen más de acompañar estas situaciones. Las familias descompuestas y particularmente los jóvenes, son víctimas de una sociedad de desencanto y de desorientación. Todo eso se traduce en muchos hechos concretos: relaciones sexuales precoces, embarazos de adolescentes, personas manipuladas por la ideología del género, el deseo de conseguir dinero fácil sin mayores esfuerzos. 2. La realidad de la mujer Un capítulo muy especial merece la reflexión sobre la situación de la mujer en la actualidad. El Documento de Aparecida, al referirse a la dignidad y participación de las mujeres resalta: "El misterio de la Trinidad nos invita a vivir una comunidad de iguales en la diferencia" (DA, 451).La mujer llamada a ser madre está inclinada naturalmente a vivir la maternidad con sus cualidades indispensables, como bondad, paciencia, ternura, proximidad. Entre ellas, el testimonio de las religiosas consagradas desempeña un papel de importancia para el bien común y la mejora de la sociedad. Ellas se han dedicado con pasión a la educación cristiana en parroquias y escuelas de todo el país, muchas ofrecieron y ofrecen su entrega generosa en el cuidado de los enfermos, de los pobres, indígenas y campesinos. Con tenacidad y amor perseverante, las mujeres han merecido en el conjunto de la vida eclesial y social un respeto que no siempre recibieron, y un espacio adecuado que no siempre obtuvieron. Fueron y son educadoras de la fe. En momentos difíciles han sido portadoras de justicia y libertad. Muchas de ellas llevaron socorro a los presos, otras ofrecieron sus vidas por un Paraguay mejor, y tantas mujeres de hoy, como ayer y siempre, siguen luchando, incluso desde la convicción de su fe cristiana, por un Paraguay fraterno y justo". 3. La realidad del varón Siguiendo con el diagnóstico de la realidad en cuanto al matrimonio y la familia, es de suma importancia reflexionar sobre la responsabilidad del varón y padre de Familia. Los niños aprenden la bondad y misericordia de Dios Padre a través de la experiencia concreta que sus propios papás les ofrecen. Entonces, podemos decir que "el varón, desde su especificidad, está llamado por el Dios de la vida a ocupar un lugar original y necesario en la construcción de la sociedad, en la generación de cultura y en la realización de la historia". (DA, 459). No siempre esa imagen, lamentablemente, ha sido la característica de muchos varones que llevados por el alcohol se han manifestado agresores de su familia y de sus hijos. Sin embargo, "ellos (los varones) se han mantenido más bien al margen de la Iglesia y del compromiso que en ella están llamados a realizar. En un número considerable de ellos se abre paso a la tentación de ceder a la violencia, infidelidad, abuso de poder, drogadicción, alcoholismo, machismo, corrupción y abandono de su papel de padres" (DA, 461). 4. La realidad de la vida humana Los Obispos en Aparecida advierten sobre los "retos nuevos que nos piden ser voz de los que no tienen voz. El niño que está creciendo en el seno materno y las personas que se encuentran en el ocaso de sus vidas, son un reclamo de vida que grita al cielo y que no puede dejar de estremecernos. La liberalización y banalización de las prácticas abortivas son crímenes abominables, al igual que la eutanasia, la manipulación genética y embrionaria, ensayos médicos contrarios a la ética, pena capital, y tantas otras maneras de atentar contra la dignidad y la vida del ser humano". . . "la vida humana debe ser defendida siempre, desde el momento mismo de la fecundación" (DA, 467). 5. El proyecto de Dios sobre el Matrimonio y la Familia El amor conyugal, además de esa donación mutua y exclusiva es fiel, total e indisoluble hasta la muerte (Mt 19, 6) y también fecundo, abierto a la vida y a la educación de los hijos, semejándose al amor fecundo de la Santísima Trinidad (Cfr. DA, 434) En una visión que nos alegra y alienta, muchos varones y mujeres asumen el amor conyugal en el sacramento del matrimonio significando esa unión de Cristo con su Iglesia (Ef 5, 25). Una de las mejores contribuciones del matrimonio y la familia es el de edificar la Iglesia y el de dar solidez a la sociedad. Cuando el matrimonio y la familia están sanos la sociedad también estará sana y la Iglesia igual. 6. Misión de la Iglesia Ante toda la realidad que vivimos y teniendo en cuenta nuestro punto de llegada, se impone como necesaria una pastoral familiar que comience a formar a sus agentes en la doctrina de la Iglesia, les facilite la experiencia de la Lectio Divina (lectura orante) en el acercamiento a la Palabra de Dios, y les acompañe a la vivencia de los sacramentos de la Iglesia. Los Obispos del Paraguay, junto con todas las unidades eclesiales, invitamos a asumir el proyecto pastoral sobre la familia para los próximos tres años. De acuerdo al Plan Pastoral el año 2012 estará dedicado a la Familia y Matrimonio, el 2013 a Familia y Personas y el 2014 a Familia y Vida, abierta a la Sociedad. En esta tarea pastoral el laicado tiene su protagonismo. Ellos son los primeros en evangelizar y en ser evangelizados: padres, madres e hijos. En tal sentido "no poca ayuda podrán prestar a las familias los laicos especializados (médicos, juristas, psicólogos, asistentes sociales, consejeros, etc.) que, tanto individualmente como por medio de diversas asociaciones e iniciativas, ofrecen su obra de iluminación, de consejo, de orientación y de apoyo" (FC, 75). 7. Conclusiones En el trienio dedicado a la familia, esta Conferencia propone: 1. Al Estado Paraguayo: a. Difundir y proteger el matrimonio civil entre varón y mujer. b. Proteger la familia desde las leyes nacionales, que promuevan su bienestar a nivel de educación, salud, vivienda, trabajo, y todo tipo de servicio a su favor, en especial de los pobres, campesinos, e indígenas. c. Mantener los valores referentes a la cultura paraguaya en relación a la familia como también el derecho que tienen las familias de de educación sexual de sus hijos. 2. A las Diócesis y parroquias del país: Que la evangelización de la familia sea transversal a toda la pastoral eclesial, con una antropología cristiana basada en Jesucristo, Hombre perfecto y con el enfoque teológico a partir del misterio infinito del Amor Trinitario. La familia es sujeto y protagonista de la evangelización. 3. Al Departamento de la familia: a. Animar y colaborar para la realización de la Misión Continental Permanente, centrando su servicio en la y a la familia cristiana "Nueva Evangelización para el Nuevo Paraguay", fundados en la Palabra de Dios, en los contenidos y la espiritualidad del Documento de Aparecida (DA Cap. IX, 421´469) y de "Habla Señor que tu Iglesia escucha". b. Ofrecer servicios de reflexión, estudio y publicaciones, sobre la evangelización de la familia, personas y los criterios de la Doctrina Social de la Iglesia en relación a la cultura de la vida. c. Animar la pastoral de la familia a nivel nacional, de las diócesis y parroquias. Asunción, 11 de noviembre de 2011.

Sunday, November 6, 2011

Por parte de diversos Estados y de políticos interesados en diluir la presencia de la Iglesia.

El Sínodo de los Obispos del Vaticano advirtió sobre la existencia de una estrategia impulsada por las autoridades políticas de diversos países en América que busca minimizar el peso de la Iglesia católica en el continente.La sala de prensa de la sede apostólica difundió un informe que incluyó las conclusiones de la más reciente reunión del consejo especial del Sínodo para el Continente Americano, que se celebró los días 27 y 28 de octubre en Roma.El informe, confeccionado con las aportaciones de cardenales y obispos de esa región, denunció la "interferencia del Estado", el cual considera a la Iglesia católica como una de las muchas confesiones religiosas.Apuntó que, con esa actitud, las autoridades civiles ignoran la "verdadera naturaleza" y el "papel histórico innegable" que ha jugado esa iglesia en la primera evangelización del continente, así como en la formación de la identidad de las naciones.También indicó que esta estrategia pretende sustituir los conceptos de diálogo ecuménico e interreligioso por la idea genérica de "relaciones interreligiosas", otorgando así arbitrariamente a todas las religiones la misma entidad, por considerarlas "fenómenos de naturaleza espiritual".De esa manera se "pretende considerar a la religión como una herramienta al servicio de la vida política", apuntó.El informe se refirió además a la relación de la Iglesia con las religiones indígenas precolombinas, a las cuales la institución católica busca "purificar" mediante elementos compatibles con el mensaje cristiano, además de "integrarlas convenientemente" en la vida de las comunidades eclesiales locales.A los grupos evangélicos y pentecostales el documento los calificó de sectas que son el verdadero desafío, ya que "a través de un fuerte proselitismo se difunden con rapidez en las grandes ciudades y allí donde la presencia de la Iglesia es débil".Expresó su preocupación por el impacto de la pobreza, la violencia y la difusión de valores contrarios al respeto de la vida humana, que se consideran "resultados negativos de la influencia del proceso de secularización que se extiende de norte a sur".

Friday, November 4, 2011

Te puede pasar a ti. Antes ateos, hoy conversos

MADRID, viernes 4 noviembre 2011 (ZENIT.org).- El autor del éxito cinematográfico La Última Cima, el director de cine Juan Manuel Cotelo, ha concluído su más reciente obra, una película-documental sobre conversos de nuestros tiempos: Te puede pasar a ti. Antes ateos, hoy conversos.
“Antes no creían en Dios. O le consideraban un extraterrestre. O le tenían escondido en el congelador. Pero un día se encontraron con Él... ¡y cambiaron de vida! Un boxeador, una estudiante, un escultor, una actriz, una empresaria, un malabarista, una escritora, una modelo, un terrorista… Son inclasificables y están por todo el mundo. Se les llama 'conversos'”, anuncia el sitio web de www.infinitomasuno.org, productora de la película.
El lanzamiento del primer capítulo, según anuncia la página web, será el 11 del 11 del 11.Tras haber dado “casualmente” con ellos, Cotelo, en una original presentación de su nueva película en una caravana, resume en tres minutos las historias de un transexual, una masona y echadora de cartas, una inconformista de tribu urbana, un marxista, un boxeador, una escritora, una integrante de una secta anticatólica, un joven en medio de pandillas y narcotráficantes y muchas vidas más.
Son personas que se encontraron con Dios de sopetón y cuando menos lo esperaban, a veces en unos segundos, con una convicción que, como dice uno de ellos, es haber pasado de vivir entre vinagre a disfrutar en una pastelería.
El director del documental concluye: lo que les ha pasado a ellos, te puede pasar a ti.

Wednesday, November 2, 2011

El odio contra la fe cristiana



2 Noviembre 2011. 22:52 Estás en:Portada Sociopolítica El odio contra la fe cristiana
EL LIBREPENSADOR Diario online de noticias
Publicado por Bernardo Ebri Torné el 02/11/2011 en Sociopolítica Ningún comentario
Recientemente han aparecido diversas noticias tanto en el plano nacional como internacional que presentan un nexo común, que es el odio a los cristianos. No es nueva lamentablemente esta situación sino que a lo largo de toda la historia de la humanidad se ha venido presentando en diversas circunstancias y con diferentes agentes, pero el resultado ha sido siempre el mismo, el intento de destruir las Iglesias Cristianas, aunque para ello se llegue al derramamiento de la sangre de sus miembros con toda impunidad.
En nuestro país la historia de persecución a la Iglesia Católica, todavía es muy cercana. No olvidemos como en la Segunda República Española, bajo la permisividad de sus dirigentes, masas sectarias quemaron iglesias, y promovieron tantos desmanes (Desde el 16 de Febrero al 15 de Junio de 1936, se calcula fueron asesinadas 269 personas) que fue por ello la justificación según los golpistas, del llamado “Alzamiento Nacional”. El resultado fue seguidamente la persecución y asesinato por hordas marxistas incontroladas de victimas inocentes cristianas durante los años de la Guerra Civil Española. Las estadísticas nos hablan de la mayor persecución religiosa que ha habido en Europa en la época moderna, y una de las más sangrientas de todas las épocas de la humanidad. Se calcula con toda fiabilidad que 4184 sacerdotes incluidos obispos, 2365 religiosos, 283 religiosas, y amén de millares de personas seglares que por el solo motivo de ir a misa fueron asesinados por su fe a Cristo. El único pecado de estas gentes fue ser cristianos confesos, defender su fe ante las presiones de apostasía de sus verdugos. Estos religiosos y sacerdotes ejercían una gran labor social por los más desheredados de la fortuna de aquel entonces. En gratitud por ello, recibieron por ello el pago de la muerte. Se demostró y aun se sigue demostrando hoy día que “No es más el discípulo que su maestro”, y ya vimos qué trato recibió el Maestro.
No es de extrañar que este odio contra la fe cristiana siga aun vigente en muchos sectores de nuestra sociedad, tanto en Occidente como fuera, especialmente en el mundo islámico.
En nuestro país, la demagogia de algunos dirigentes del mundo de la llamada izquierda española sigue presente, aunque sea en época electoral. Siguen calumniando a la Iglesia Católica de “parásito” y de poseer privilegios que no pueden hoy día sostenerse, amenazando, en su cartel electoral que si los socialistas ganan las próximas elecciones, suprimirán los “privilegios” que concede la legislación hipotecaria a la Iglesia Católica, justificando para ello, “que ésta se trata de una prebenda tributaria de épocas pasadas y carente de justificación”, y que además se opone al carácter aconfesional del Estado. Ha sido un obispo, el de Córdoba quien ha contestado a este dirigente socialista, aclarándole que la Iglesia “no es un parásito” y que ésta “no tiene privilegios”, sino que al contrario, “es la principal bienhechora de la sociedad”. “A día de hoy, en España, es muchísimo más lo que aporta que lo que recibe, pero incomparablemente más”. El obispo siguió recordando que Cáritas Diocesana, ofrece “atención primaria a muchísimas personas, que hoy comen gracias a dicha organización caritativa de la Iglesia2. También sirve de prueba de aportación eclesial a la sociedad su intervención en el ámbito educativo, ya que en un colegio religioso “le sale a la sociedad muchísimo más barata que una plaza en un colegio público”, entre “un 30 y 40 por ciento menos”. Mientras que el directorio socialista prepara, si sale victorioso en las próximas elecciones, la implantación de la ley de Eutanasia, donde el Estado disfrazado de garante del derecho de atención solidaria al enfermo terminal, se atribuye en realidad el derecho, igual que ocurre con el aborto, de quien debe de nacer y quien de morir. De esta manera se institucionaliza en nuestra sociedad la llamada eutanasia pasiva, que suprime medios ordinarios de mantenimiento del paciente, irrenunciables éticamente como es la alimentación ordinaria. Mientras los Estados que quieren legislar así, consideran a los ancianos sobre todo los enfermos como cargas inútiles que gravan las arcas públicas, nos dice el obispo, la Iglesia sigue atendiendo hoy día a los ancianos, “y que un anciano que ha trabajado y que ha cotizado durante toda su vida, si es atendido por la Iglesia, a la sociedad le cuesta el 50 por ciento menos, y esto es muy importante saberlo”. Sigue siendo la Iglesia, la primera benefactora de la sociedad, y es demagógico, nos sigue diciendo el prelado, hacer declaraciones de esta índole, que van dirigidas a “cierto tipo de electorado, que quizás no conozca estos datos de la Iglesia y de su función social hoy”. Y “aunque la primera función social que realiza la Iglesia es dar a Dios a las personas, que es el primer alimento y el fundamental”, no hay que olvidar esta función social, “dando de comer y teniendo puestos escolares y prestando atención a los enfermos y los ancianos”, sin olvidar que “el 75% de los enfermos de Sida los atiende la Iglesia. En definitiva “desde los aspectos más espirituales hasta los más materiales, pasando por cubrir cualquier necesidad que el hombre tiene, la Iglesia hoy en España es, después del Estado, aunque a éste le corresponde hacerlo y con el dinero de todos los contribuyentes, la primera y principal bienhechora de esta sociedad”.
La otra noticia que ha llamado mi atención, ha sido la de un joven estudiante cristiano copto de 17 años, asesinado por compañeros de escuela a golpes en el lavabo, incitados y apoyados por el propio profesor de lengua árabe, por negarse a ocultar el símbolo cristiano de la cruz que llevaba tatuado en su muñeca. El crimen fue realizado el 16 de Octubre de 2011, y aunque los medios de comunicación oficiales presentaron el incidente como un altercado entre estudiantes, el padre del asesinado rompió al final su silencio, confesando en una entrevista grabada en video con la ONG Coptos Unidos, que su hijo se negó a ocultar su fe, y que incluso mostró desafiante por Cristo, la segunda cruz que llevaba bajo su camisa. Ello fue determinante para que los islamistas le propinaran la paliza que ocasionó su muerte. El director del Centro ni se molestó a acudir a las aulas cuando fue avisado por el incidente, Y siguió tomando su té.
Llueve sobre mojado, a los últimos acontecimientos de represión brutal del ejército egipcio sobre la manifestación de cristianos coptos por la quema indiscriminada de iglesias cristianas por islamistas radicales, que ocasionaron 24 muertos y 212 heridos, algunos descuartizados por los tanques (Ver video en blog del autor de este artículo: http://bernardoebri.blogspot.com/), ahora sucede este lamentable suceso que nos indica que no hay propósito de la enmienda en la llamada primavera árabe democrática.
¿Hasta cuando me pregunto esta impunidad de caza de los cristianos en países musulmanes? ¿Dónde se encuentra el respeto y la tolerancia democrática a los derechos humanos más elementales como son la vida, y la libertad religiosa? ¿Qué hubiera pasado si en nuestro país, por ejemplo, se hubiera llegado a un suceso de esta clase con un joven musulmán? ¿Por qué no recibimos igual trato de respeto en aquellos países que el que prodigamos en Occidente a los que profesan la religión musulmana?
Me cuesta creer que el Dios único de las religiones monoteístas como son el cristianismo, el judaísmo y del propio Islam, sea manipulado de tal manera que se quiera justificar por su causa la muerte de inocentes. Ya Benedicto XVI, nos advertía recientemente de la tentación de utilizar a Dios como justificación de la guerra y de la violencia. Como si Dios disfrutase con la muerte del inocente, como si fuera el antiguo Dios “moloc” al que los cananeos ofrecían víctimas inocentes incluidos niños. Aunque el sacrificio es una de las características de casi todas las religiones, ofreciéndose la ofrenda por los sacerdotes como intermediarios entre los Dioses y los hombres, ha sido el Islam, el que no ha tenido sacrificios ni sacerdotes. ¿Por qué crear hoy día la imagen de un Dios que se complace en el derramamiento de sangre infiel, y que solo por ser consideradas personas como tales, ya son acreedores y justificada por ello su muerte? ¿Dónde se encuentra hoy día la cultura mística sufí en el actual Islam? solidaria y respetuosa con otras religiones. El sufismo es cortesía espiritual (adab): cortesía con cada instante, en toda circunstancia y en todo momento, como decía el místico sufí español Ibn Arabi. “En su inicio (en tiempos del profeta Mahoma) el sufismo era una realidad sin nombre y ahora es un nombre sin realidad” nos dice Abu Hafs al-Nishaburi, citado por Huywiri en el Kashf al-Majyub.
Espero que el único Dios verdadero común en las religiones monoteístas abra nuestros corazones a una nueva realidad de amor y de solidaridad entre todos los hombres de buena voluntad, porque no puedo admitir ni creer que el Dios del Islam se complazca en la muerte de “infieles” de los que algunos de sus dirigentes fundamentalistas intentan justificar. Solo en el respeto mutuo y en la apertura solidaria puede entreverse, la presencia escondida de Dios en el corazón humano. .Hoy más que nunca son necesarias se cumplan aquellas palabras del profeta vetatestamentario Ezequiel (36:26) “Les daré un corazón nuevo y pondré en ustedes un espíritu nuevo: les arrancaré de su cuerpo el corazón de piedra y les daré un corazón de carne”
Palabras clave: Calumnias actuales por políticos de izquierda contra la Iglesia Católica Española. Persecución religiosa en la Guerra Civil Española. Cristianos coptos asesinados por islamistas radicales en Egipto. Sufismo en el Islam.

Bernardo Ebrí Torné
Miembro de ASEMEYA y de AAE (Asociación Aragonesa de Escritores)

El hombre encuentra su sentido más profundo sólo si existe Dios



Catequesis de Benedicto XVI en la Audiencia General
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 2 de noviembre de 2011 (ZENIT.org).- A continuación les ofrecemos la catequesis que el Santo Padre Benedicto XVI ha dirigido a los fieles y peregrinos congregados de Italia y de todas las partes del mundo para la tradicional Audiencia de los miércoles.
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¡Queridos hermanos y hermanas!
Después de haber celebrado la solemnidad de Todos los Santos, la Iglesia hoy nos invita a conmemorar a todos los fieles difuntos, a dirigir nuestra mirada a tantos rostros que nos han precedido y han concluido su camino terrenal. En la Audiencia de este día, por tanto, quisiera proponeros algunos pensamientos sencillos sobre la realidad de la muerte, que para nosotros los cristianos está iluminada por la Resurrección de Cristo, y para renovar nuestra fe en la vida eterna.
Como ya dije ayer en el Angelus, en estos días vamos al cementerio para rezar por las personas queridas que nos han dejado, casi una visita para expresar, una vez más, nuestro afecto, para sentirlos cercanos, recordando también, de este modo, un artículo del Credo: en la comunión de los santos hay un vínculo estrecho entre los que caminamos todavía en esta tierra y los muchos hermanos y hermanas que ya han alcanzado la eternidad.
Desde siempre, el hombre se ha preocupado por sus muertos y ha intentado darles una especie de segunda vida a través de la atención, el cuidado, el afecto. En un cierto sentido, se quiere conservar su experiencia de vida; y, paradójicamente, el modo en que vivieron, lo que amaron, lo que temieron, lo que esperaron y lo que detestaron, lo descubrimos precisamente por sus tumbas, ante las cuales se agolpan los recuerdos. Son casi como un espejo de su mundo.
¿Por qué es así? Porque, a pesar de que la muerte sea un tema casi prohibido en nuestra sociedad, y se pretenda continuamente quitar de nuestra mente el solo pensamiento de la muerte, ésta nos afecta a cada uno de nosotros, afecta al hombre de todo tiempo y de todo lugar. Y ante este misterio todos, incluso inconscientemente, buscamos algo que nos invite a esperar, una señal que nos dé consuelo, que se abra algún horizonte, que ofrezca aún un futuro. El camino de la muerte, en realidad, es un camino de esperanza, y recorrer nuestros cementerios, como también leer las inscripciones sobre las tumbas, es llevar a cabo un camino marcado por la esperanza de eternidad.
Pero nos preguntamos, ¿por qué tememos la muerte? ¿Por qué la humanidad, en su mayoría, nunca se ha resignado a creer que más allá de ella no haya simplemente nada? Diría que las respuestas son muchas: tememos la muerte porque tenemos miedo de la nada, de este partir hacia algo que no conocemos, que nos es desconocido. Y entonces hay en nosotros un sentimiento de rechazo porque no podemos aceptar que todo lo que de bello y de grande ha sido realizado durante toda una existencia sea eliminado de repente, caiga en el abismo de la nada. Sobre todo, sentimos que el amor reclama y pide eternidad, y no es posible que sea destruido por la muerte en un solo momento.
También tenemos temor ante la muerte porque, cuando nos encontramos al final de la existencia, existe la percepción de que hay un juicio sobre nuestras acciones, sobre cómo hemos llevado nuestra vida, sobre todo en esos puntos sombríos que, con habilidad, sabemos a menudo quitar o intentamos quitar de nuestra conciencia. Diría que precisamente la cuestión del juicio está a menudo implícita en el cuidado del hombre de todos los tiempos por los difuntos, en la atención hacia las personas que fueron significativas para él y que ya no están junto a él en el camino de la vida terrena. En un cierto sentido, los gestos de afecto, de amor que rodean al difunto, son una forma de protegerlo en la convicción de que no quedarán sin efecto en el juicio. Esto lo podemos captar en la mayor parte de las culturas que caracterizan la historia del hombre.
Hoy el mundo se ha convertido, al menos aparentemente, en mucho más racional, o mejor, se ha difundido la tendencia a pensar que toda realidad debe ser afrontada con los criterios de la ciencia experimental, y que también la cuestión de la muerte se debe responder, no tanto desde la fe, sino partiendo de conocimientos experimentales, empíricos. No nos damos suficientemente cuenta que, de este modo, caemos en formas de espiritismo, en la pretensión de tener algún contacto con el mundo más allá de la muerte, casi imaginando que haya una realidad, que finalmente, sería una copia de la presente.
Queridos amigos, la solemnidad de Todos los Santos y la Conmemoración de los Fieles Difuntos nos dicen que solamente quien puede reconocer una gran esperanza en la muerte, puede también vivir una vida a partir de la esperanza. Si reducimos al hombre exclusivamente a su dimensión horizontal, a lo que se puede percibir empíricamente, la propia vida pierde su sentido profundo. El hombre necesita de la eternidad, y cualquier otra esperanza para él es demasiado breve, demasiado limitada. El hombre puede explicarse sólo si existe un Amor que supera todo aislamiento, también el de la muerte, en una totalidad que trascienda también el espacio y el tiempo. El hombre se puede explicar, encuentra su sentido más profundo, sólo si existe Dios. Y nosotros sabemos que Dios ha salido de su lejanía y se ha hecho cercano, ha entrado en nuestra vida y nos dice: ‘Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá: y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás’ (Jn 11,25-26)”.
Pensemos un momento en la escena del Calvario y volvamos a escuchar las palabras de Jesús, desde los alto de la Cruz, dirigidas al malhechor crucificado a su derecha: “En verdad te digo, hoy estarás conmigo en el Paraíso” (Lc 23,43). Pensemos en los dos discípulos camino de Emaús, cuando después de haber recorrido un tramo con Jesús Resucitado, lo reconocen y parten sin dudar hacia Jerusalén, para anunciar la Resurrección del Señor (cfr Lc 24,13-35). Nos vuelven a la mente las palabras del Maestro con renovada claridad: “No se turbe vuestro corazón, tened fe en Dios y tened fe en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas. Si no, no os habría dicho: 'Voy a prepararos un sitio'” (Jn 14, 1-2). Dios se ha mostrado verdaderamente, se ha hecho accesible, ha amado tanto al mundo que “nos ha dado a su hijo Unigénito, para que quien cree en Él no se pierda sino que tenga vida eterna” (Jn 3,16), y en el supremo acto de amor de la cruz, sumergiéndose en el abismo de la muerte, la ha vencido, ha resucitado y nos ha abierto también a nosotros las puertas de la eternidad. Cristo nos sostiene a través de la noche de la muerte que Él mismo ha atravesado; es el buen Pastor, bajo cuya guía nos podemos confiar sin temor, ya que Él conoce bien el camino, ha atravesado también la oscuridad.
Cada domingo, recitando el Credo, reafirmamos esta verdad. Y al acudir a los cementerios para rezar con afecto y con amor por nuestros difuntos, se nos invita, una vez más, a renovar con valor y con fuerza nuestra fe en la vida eterna, es más, a vivir con esta gran esperanza y a dar testimonio de ella al mundo: después del presente no está la nada. Y precisamente, la fe en la vida eterna da al cristiano el valor para amar aún más intensamente esta tierra nuestra y trabajar para construirle un futuro, para darle una esperanza verdadera y segura.
[Traducción del original italiano por Carmen Álvarez
©Libreria Editrice Vaticana]

Derecho y vida humana



Una encrucijada sangrienta
Rafael Navarro-Valls
MADRID, miércoles 2 noviembre 2011 (ZENIT.org).- Ofrecemos una nueva contribución en nuestra sección Observatorio Jurídico, sobre libertad, cuestiones relacionadas con los derechos humanos y su relación con la antropología y la fe cristianas, que dirige el español Rafael Navarro-Valls, catedrático de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid, y secretario general de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España.
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La cuestión del aborto es hoy la “encrucijada sangrienta” de la política y del derecho. Una cuestión donde se entrelazan posiciones enfrentadas sobre la liberación judicial, la liberación sexual, la liberalización de la conciencia humana y la liberación de la mujer.
Después de una etapa de reivindicación de un supuesto derecho al aborto --vagamente entrevisto, dicen, “en la penumbra de la constituciones”- la izquierda americana comenzó a distanciarse de un cierto “racismo cromosómico” de algunos de sus colegas europeos. Esto se explica por el hecho de que Estados Unidos lanzó durante más de doscientos años una ofensiva sin precedentes a favor de los más débiles: liberó a los esclavos, potenció los derechos civiles y desarrolló un sistema único de atención a los discapacitados y de discriminación positiva a favor de los más necesitados. La brutal liberalización del aborto de 1973, realizada por el Tribunal Supremo de EE.UU. con la sentencia Ros versus Wade era contradictoria, con un pasado jurídicamente volcado hacia la vida humana. Tal vez por eso, el Tribunal Supremo comenzó a partir de los 90 a distanciarse de Roe, tutelando el derecho de los estados a restringir el aborto legal.
Cuatro sentencias más o menos recientes muestran un cierto acercamiento entre la jurisprudencia americana y la europea, es decir, una tendencia marcada hacia la tutela de la vida humana, tanto en USA como en Europa.
Tribunal de Justicia de la Unión Europea
La primera es la dictada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (18 octubre 2011) prohibiendo patentar células y líneas celulares obtenidas de embriones humanos. Viene a recoger, en sus líneas generales, los criterios defendidos por el abogado general del tribunal: las células en primer estadio de un cuerpo humano en desarrollo deben clasificarse como embriones y por lo tanto no patentables; tal definición se refiere tanto a ovocitos en los que se trasplante un núcleo de célula madura (clonación) como a células obtenidas de ovocitos por estimulación (partenogénesis); el estadio de blastocito también debe ser clasificado como embrión.
De este modo, el principio de la dignidad humana de la directiva 98/44 de la UE, que “prohíbe el uso de embriones humanos con fines comerciales e industriales” es un principio que hay que aplicar no sólo en una persona humana adulta y en un neonato, sino también en el cuerpo humano desde su primer estadio de desarrollo.
Se entiende así, que toda la materia biomédica y genética sea un campo especialmente propicio para la proliferación de las objeciones de conciencia, precisamente por el conjunto de importantes valores que en él confluyen, así como la pluralidad de perspectivas éticas desde las que es susceptible.
Tribunal Europeo de Derechos Humanos y Corte Suprema de Mexico
El segundo pronunciamiento que aborda el problema de las prácticas abortivas y el derecho a la vida es la Sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (16 diciembre 2010). Los antecedentes son: Tres mujeres irlandesas (con identidad oculta bajo las letras A, B y C) deciden trasladarse al Reino Unido para abortar, a la vista de las restricciones de la ley. Con posterioridad, demandan a Irlanda ante el TEDH, aduciendo que con las restricciones de su país se violaba ”su derecho a la vida privada”. El Tribunal, desde luego reconociendo un amplio campo a la privacyde las mujeres, no incluye en él estrictamente un “derecho al aborto”, entre otras razones porque el derecho de la mujer ha de ser ponderado teniendo en cuenta la existencia de otros derechos y libertades en juego, en particular, los del concebido y no nacido, también protegido por el artículo 2 de la Convención Europea de Derechos Humanos.
En otras palabras, puede permitirse el aborto en determinados casos, pero ello no supone un derecho a abortar. Por decirlo en palabras de la sentencia: “no toda regulación de la interrupción del embarazo constituye una injerencia en el derecho al respeto de la vida privada de la madre”.
De algún modo, una reciente resolución de la Corte Suprema de México (29 septiembre 2011), transita por los mismos senderos de la que acabamos de resumir. En México 18 estados (Chiapas, Veracruz, Querétaro, Chihuahua, Campeche, Colima, Puebla, Durango, Jalisco, Nayarit, Quintana Roo, Guanajuato, Yucatán, Sonora, Morelos, Oaxaca, Baja California y San Luis Potosí) han blindado sus constituciones estableciendo una vigorosa protección jurídica de la vida. No se olvide que México está constituido por 31 estados y un Distrito Federal, y que cada estado posee su propio código penal. En 2007 el Distrito Federal legalizó el aborto hasta los tres meses de embarazo, a pesar que en México la mayoría del pueblo es contraria al aborto. Esta reforma fue declarada constitucional por la sentencia de 29 agosto de 2008 de la Corte Suprema de México.
Basándose en esta última sentencia, fue planteada ante la Corte Suprema la posible inconstitucionalidad de la ley de Baja California, que protege al ser humano desde su concepción. La Corte, sin embargo, avaló la reforma provida del estado de Baja California, ya que los magistrados (ministros, en la terminología mexicana) que querían anularla no alcanzaron la mayoría cualificada necesaria. Como ha dicho el profesor Soberanes al comentar estas últimas sentencias “la complejidad de los casos en que entran en conflicto los derechos no puede resolverse de la forma simplista, consistente en negar el carácter de derecho a uno de esos (el derecho a la vida) o en eliminarlo simple y llanamente. Anular un derecho para todos los supuestos por el simple hecho de que interfiere con otro, en un supuesto en concreto, es generalizar. Y toda generalización es una reducción”.
Tribunal Supremo de Alabama
La cuarta sentencia a la que deseo referirme, es la de la Corte Suprema de Alabama (9 septiembre 2011), que amplió la protección legal para el embrión y/o el feto, al determinar que la Ley de Alabama sobre homicidio culposo se puede aplicar a un niño no nacido en cualquier etapa de desarrollo. El supuesto de hecho es el siguiente. April Mack tenía 12 semanas de embarazo en septiembre de 2007, cuando ella y su novio tuvieron un accidente automovilístico que más tarde le provocó un aborto involuntario de su hijo por nacer. April demandó a los culpables del accidente por los daños que le provocó el incidente, pero también por el homicidio culposo de su hijo por nacer. Un juez del condado de Jefferson desestimó el caso del bebé Mack, y determinó que el feto no gozaba de la protección jurídica de la ley de homicidio culposo, ya que no podría sobrevivir fuera del útero. El caso llegó hasta la Corte Suprema de Alabama, donde los jueces por unanimidad revocaron la sentencia de primera instancia. El Tribunal sostuvo que la ley se aplica por homicidio culposo para el feto en cualquier etapa de desarrollo
Con esta decisión Alabama se convierte en el décimo estado americano que castiga el homicidio culposo de una persona no nacida, independientemente de su viabilidad fuera del útero materno.
“Esta es mi vida eterna”
Lo que vienen implícitamente a reconocer las sentencias reseñadas es que la vida humana tiene una extraordinaria seriedad, especialmente en la sociedad secularizada, precisamente porque es la única vida que cuenta para muchos. Al haberse oscurecido la fe en otra vida ultraterrena (“ésta de aquí es mi vida eterna”, dicen los no creyentes), el avance de legislaciones que la hieren en su inicio o en su ocaso es una paradoja que, como ha observado D´Agostino, contradice la propia imagen que el hombre de la postmodernidad ha construido de sí mismo. Tal vez por eso están apareciendo cada vez con más frecuencia los “nuevos herejes de la izquierda”: pacifistas, ecologistas, feministas, “agnósticos de toda la vida”, que, consternados por la matanza de unos 40 millones de niños al año, de pronto, se convierten en pro-vida. La particular odisea de Norma MCCorvey (alias Jean Roe, la heroína prochoice americana) fue todo un ejemplo. A los 49 años, después de ser una activista incansable pro aborto, decidió que había sido manipulada durante 25 años: hoy es una pro-vida de primera línea.
Poco a poco parece que los Tribunales –en uno y otro lado del Atlántico- van contemplando las relaciones entre el derecho y la vida humana con mayor rigor y equilibrio, sin los simplistas planteamientos que conducían a “desequilibrar” la balanza de los derechos a favor de la mujer y contra el no nacido.