25/02/2010 Rosa Cuervas-Mons। Alba Digital.
Patrullan las calles de EE.UU. recordando la dignidad del no nacido.
40 días, 960 horas de oración ininterrumpida con frío, lluvia y calor, con sueño y cansancio. Ese es el reto; el objetivo, conseguir el fin del aborto mediante un confiado ruego a Dios.
La campaña 40 días por la vida, que nació en Texas hace seis años, congrega hoy a más de 300.000 personas de 282 ciudades de los Estados Unidos, Canadá, Australia, Irlanda del Norte y Dinamarca.
El pasado 17 de febrero comenzó una nueva edición de la campaña que se prolongará hasta el 28 de marzo. Si usted se pasea durante ese tiempo por las calles de Nueva York, es muy probable que encuentre grupos de gente delante de los abortorios. Los identificará fácilmente: ataviados con gorras y camisetas azules, reparten folletos explicativos sobre qué es un aborto, rezan por el cierre de los centros y piden para que quienes allí trabajan se den cuenta de la barbaridad que están llevando a cabo.
Increíblemente organizados, involucran a parroquias y comunidades enteras para que, durante esos 40 días, no haya un solo segundo en el que no se rece por el fin del aborto.
Además de la oración, el segundo aliado de esta campaña es el ayuno, entendido éste como un sacrificio. No es necesario dejar de comer; cada uno, en función de sus circunstancias, puede renunciar a algo importante en su vida (televisión, cine, café…) y ofrecer ese sacrificio por los no nacidos.
Buena cuenta de resultados
Quien piense que su esfuerzo es vano, no tiene más que echar un vistazo a la ‘cuenta de resultados’ de 40 días por la vida: 300.000 personas unidas por la misma causa y más de 9.500 iglesias involucradas. Al menos 2.168 vidas salvadas del aborto (es la cifra de la que tienen constancia, pero puede haber muchos más casos), 27 trabajadores de centros abortistas han abandonado su puesto, al menos cinco centros han cerrado sus puertas y muchos afectados por el aborto en el pasado han encontrado en estas personas el apoyo que necesitaban para recuperarse.
Comentario del autor de este Blog:
¿Por qué no hacer esta campaña en nuestros países? Desde España, os invitamos a ello. ¡Aportarnos ideas! Y desde luego, a nivel particular, continuemos todos orando a Dios, para que toque los corazones de la gente cerrada a la vida, y que esta barbaridad cese. No es un tema, tan sangrante como éste, de orden político de derechas o de izquierdas, es de derechos humanos, como lo fue en su día la esclavitud en Estados Unidos.
La vida es un don de Dios que invita a ella a cada criatura engendrada.
El feminismo radical no puede atribuirse el derecho a matar a seres inocentes como son los niños no nacidos. Este feminismo radical, heredero del marxismo estaliniano, se reviste de falso progresismo, como si el progreso tuviera que no respetar la vida. Los razonamientos intelectuales basados en la Ciencia, de que el ser todavía no nacido es un ser humano, rebotan en las mentes de muchas gentes de nuestra época, porque sus corazones están cerrados. Por ello, ahí tiene que comenzar esta batalla, en sus corazones. Y para ello pidamos al Corazón de Jesús, que los toque, y ofrezcamos nosotros, nuestras oraciones y sacrificios. Y el Señor de la Vida, hará poco a poco que el milagro de la vida, vaya progresivamente triunfando. ¡No tengáis miedo, abrid vuestro corazón a Cristo! Decía el venerable Juan Pablo II.
Con este espíritu, nos abandonamos a su corazón y pedimos para todos un cambio, una “metanoia” que nos haga mas humanos, y en definitiva más cristianos.
Aunque el aborto no es un tema de religión en sí, sino de derechos humanos, también es cierto que sin la ayuda de Dios, no podremos nada, ya que esta desgraciada práctica está institucionalizada por casi todo el orbe. Y ello es debido a bastardos intereses al servicio del poder y del dinero. Intereses revestidos de progresismo y de ciertas ideologías deshumanizantes, que nos quieren “vender” estas prácticas criminales como necesarias para nuestra civilización y de obligado cumplimiento, so pretexto de no caer en mentalidad retrógrada e involucionalista.
Y es el cristianismo, como Cristo, saliendo en defensa de los más pobres y desfavorecidos como son los niños no nacidos, como decía Madre Teresa de Calcuta, el que puede transformar en definitiva el mundo. Nosotros tenemos que facilitar esa tarea, y abrirnos a El con nuestra oración y sacrificios.
La manifestación del 7 de Marzo en Madrid, en defensa de la vida, nos invita a ello.
40 días, 960 horas de oración ininterrumpida con frío, lluvia y calor, con sueño y cansancio. Ese es el reto; el objetivo, conseguir el fin del aborto mediante un confiado ruego a Dios.
La campaña 40 días por la vida, que nació en Texas hace seis años, congrega hoy a más de 300.000 personas de 282 ciudades de los Estados Unidos, Canadá, Australia, Irlanda del Norte y Dinamarca.
El pasado 17 de febrero comenzó una nueva edición de la campaña que se prolongará hasta el 28 de marzo. Si usted se pasea durante ese tiempo por las calles de Nueva York, es muy probable que encuentre grupos de gente delante de los abortorios. Los identificará fácilmente: ataviados con gorras y camisetas azules, reparten folletos explicativos sobre qué es un aborto, rezan por el cierre de los centros y piden para que quienes allí trabajan se den cuenta de la barbaridad que están llevando a cabo.
Increíblemente organizados, involucran a parroquias y comunidades enteras para que, durante esos 40 días, no haya un solo segundo en el que no se rece por el fin del aborto.
Además de la oración, el segundo aliado de esta campaña es el ayuno, entendido éste como un sacrificio. No es necesario dejar de comer; cada uno, en función de sus circunstancias, puede renunciar a algo importante en su vida (televisión, cine, café…) y ofrecer ese sacrificio por los no nacidos.
Buena cuenta de resultados
Quien piense que su esfuerzo es vano, no tiene más que echar un vistazo a la ‘cuenta de resultados’ de 40 días por la vida: 300.000 personas unidas por la misma causa y más de 9.500 iglesias involucradas. Al menos 2.168 vidas salvadas del aborto (es la cifra de la que tienen constancia, pero puede haber muchos más casos), 27 trabajadores de centros abortistas han abandonado su puesto, al menos cinco centros han cerrado sus puertas y muchos afectados por el aborto en el pasado han encontrado en estas personas el apoyo que necesitaban para recuperarse.
Comentario del autor de este Blog:
¿Por qué no hacer esta campaña en nuestros países? Desde España, os invitamos a ello. ¡Aportarnos ideas! Y desde luego, a nivel particular, continuemos todos orando a Dios, para que toque los corazones de la gente cerrada a la vida, y que esta barbaridad cese. No es un tema, tan sangrante como éste, de orden político de derechas o de izquierdas, es de derechos humanos, como lo fue en su día la esclavitud en Estados Unidos.
La vida es un don de Dios que invita a ella a cada criatura engendrada.
El feminismo radical no puede atribuirse el derecho a matar a seres inocentes como son los niños no nacidos. Este feminismo radical, heredero del marxismo estaliniano, se reviste de falso progresismo, como si el progreso tuviera que no respetar la vida. Los razonamientos intelectuales basados en la Ciencia, de que el ser todavía no nacido es un ser humano, rebotan en las mentes de muchas gentes de nuestra época, porque sus corazones están cerrados. Por ello, ahí tiene que comenzar esta batalla, en sus corazones. Y para ello pidamos al Corazón de Jesús, que los toque, y ofrezcamos nosotros, nuestras oraciones y sacrificios. Y el Señor de la Vida, hará poco a poco que el milagro de la vida, vaya progresivamente triunfando. ¡No tengáis miedo, abrid vuestro corazón a Cristo! Decía el venerable Juan Pablo II.
Con este espíritu, nos abandonamos a su corazón y pedimos para todos un cambio, una “metanoia” que nos haga mas humanos, y en definitiva más cristianos.
Aunque el aborto no es un tema de religión en sí, sino de derechos humanos, también es cierto que sin la ayuda de Dios, no podremos nada, ya que esta desgraciada práctica está institucionalizada por casi todo el orbe. Y ello es debido a bastardos intereses al servicio del poder y del dinero. Intereses revestidos de progresismo y de ciertas ideologías deshumanizantes, que nos quieren “vender” estas prácticas criminales como necesarias para nuestra civilización y de obligado cumplimiento, so pretexto de no caer en mentalidad retrógrada e involucionalista.
Y es el cristianismo, como Cristo, saliendo en defensa de los más pobres y desfavorecidos como son los niños no nacidos, como decía Madre Teresa de Calcuta, el que puede transformar en definitiva el mundo. Nosotros tenemos que facilitar esa tarea, y abrirnos a El con nuestra oración y sacrificios.
La manifestación del 7 de Marzo en Madrid, en defensa de la vida, nos invita a ello.